Luego de varias semanas de discusiones y cruces contra el oficialismo desde la esfera política y social, el mentado proyecto de reforma judicial logró obtener la media sanción en el Senado de la Nación. La medida de ampliación de cámaras y tribunales obtuvo el visto bueno de la Cámara Alta tras aplicársele una serie de modificaciones a su estructura original.

La propuesta del Gobierno fue aprobada por 40 votos afirmativos del Frente de Todos y sus aliados contra 26 votos negativos de la bancada opositora de Juntos por el Cambio, que mantuvo sus cuestionamientos. Cabe señalar que incluso el FdT decidió ceder ante la demanda de la oposición y eliminó la llamada “cláusula Parrilli” que apuntaba a los medios de comunicación que ejercieran presiones sobre jueces.

No obstante, JxC decidió no acompañar con sus votos la aprobación del proyecto que creará toda una serie de nuevos tribunales y fueros, medida que ha sido observada como una estrategia del Gobierno para descabezar a Comodoro Py de la centralidad de poder.

En el final de la sesión, el oficialismo a través de la senadora Anabel Fernández Sagasti, denunció amenazas a través de la red social twitter contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner por promover la reforma judicial e intimidaciones contra los senadores que apoyaron el proyecto aprobado.

Cabe señalar que la sesión fue seguida puertas afuera del Congreso por manifestantes que se oponían a la aprobación. Desde el Frente de Todo, en tanto, se endilgó a los legisladores de Juntos por el Cambio de “oponerse por oponerse” y de no haber sumado ninguna propuesta de cambio en el tratamiento en comisiones cuando tuvieron oportunidad de hacerlo y la oposición acusó al oficialismo de haber introducido más cambios al texto que no fueron comunicados y no estaban en el dictamen original.

El presidente del interbloque de Juntos por el Cambio, Luis Naidenoff, dijo que la reforma es “un intento de colonizar la justicia” con “un reparto de cargos” para “proteger a los autores de delitos de corrupción”.