La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner compartió, hace instantes, una publicación en sus redes sociales donde opinó sobre el proyecto que envió el Gobierno Nacional al Congreso para modificar el sistema judicial. En el texto, la ex presidenta aclaró que no se trata de una reforma judicial y que estos debates deben darse dentro del ámbito legislativo. 

“Sinceramente creo que el país todavía se debe una verdadera reforma judicial que no es la que vamos a debatir este jueves”, afirmó Cristina Fernández. El proyecto de ley titulado “Ley de Organización y Competencia de la Justicia Federal” se tratará este jueves en el Senado de la Nación y ha generado un fuerte cruce entre el oficialismo y la oposición llegando al momento de mayor tensión entre ambos sectores, al menos desde el comienzo de la pandemia.

En la discusión, la vicepresidenta había mantenido un perfil bajo hasta el día de hoy. A dos días del debate en el recinto en la Cámara Alta, Cristina Fernández aseguró que “haciendo honor a la precisión semántica que deben tener nuestras palabras, en nuestro país en los últimos 20 años solamente ha habido dos reformas judiciales”.

Según la ex presidente, la primera fue la que ella misma envió al Congreso Nacional en el año 2013 y que “fue dejada sin efecto por el propio Poder Judicial al afectar sus privilegios”. Mientras que la segunda fue “una reforma realizada de facto, sin ley y contra la Constitución” llevada a cabo por Mauricio Macri, aseguró la titular del Senado.

Una reforma de facto operativizada únicamente sobre la justicia Federal Penal de la Capital Federal, más concretamente sobre los tribunales de Comodoro Py, y con el oscuro objetivo de perseguir y encarcelar opositores políticos y empresarios. A algunos de estos últimos para despojarlos de sus empresas y a otros para saldar cuestiones comerciales o hasta personales”, detalló Fernández de Kirchner.

Acorde al texto de la vicepresidenta, esa reforma tuvo cuatro ejes fundamentales: la creación de una “mesa judicial” con el objetivo de “digitar causas judiciales contra opositores”,  la incorporación de la “Doctrina Irurzun”, la designación y traslado de jueces, y el uso de la Agencia Federal de Inteligencia para la “creación de causas, espionaje y seguimiento” de personalidades contrarias a la administración de Cambiemos.

Respecto al funcionamiento de la “mesa judicial”, Cristina Fernández aseguró que fue creada “en la órbita del Poder Ejecutivo integrada por funcionarios y abogados del poder cuya función era digitar causas judiciales contra opositores en Comodoro Py”. Asimismo señala la responsabilidad y el rol de los “medios de comunicación hegemónicos” que  la “naturalizaron” como si fuera “un órgano extrapolado de la Constitución Nacional”.

“Se hablaba de ella en artículos que se podían leer en el papel y en el portal, se comentaban sus reuniones en los programas de televisión y sus decisiones, que se conocían en las tapas de los diarios, anunciaban el texto exacto de futuras resoluciones y sentencias judiciales”.

Respecto a la “Doctrina Irurzun”, denominada así en referencia al camarista de Comodoro Py Martín Irurzun, la vicepresidenta sostuvo que “se utilizaba el instituto de la prisión preventiva para aplicarla a los opositores, privandolos de su libertad en forma ilegal”.

Además afirmó que el ex presidente Mauricio Macri “comenzó a trasladar jueces a juzgados y tribunales para los cuales no habían sido designados, sumándole además el incumplimiento de los requisitos que fija la Constitución para la designación de los jueces. Se violó de esta manera, en forma flagrante, no sólo el principio de Juez Natural, sino la prohibición de tribunales ad hoc”.

Y por último señaló que se había convertido a la AFI “en el órgano directriz de la cuestión judicial a través del manejo de los agentes orgánicos e inorgánicos en la creación de causas, espionaje y seguimiento de opositores. Para ellos se utilizaban los fondos del organismo de inteligencia que Macri había vuelto a convertir en reservados apenas asumió el gobierno”.

Tras detallar lo que denominó como una “reforma de facto”, Fernández de Kirchner remarcó que la resolución a la polémica generada por el proyecto debe darse en el Congreso Nacional. En ese sentido, opinó que en la actualidad “la primera actitud que debe tener la totalidad del sistema político argentino, cualquiera sea su postura ideológica y partidaria, es aceptar que cualquier diferencia, no sólo respecto de la organización del Poder Judicial o de la necesidad de su reforma, sino de cualquier otra cuestión sobre la que no haya acuerdo, tiene un solo lugar de discusión y resolución: el Congreso de la Nación”. “En tiempos de asonadas mediáticas y políticos apocalípticos, es muy bueno recordarlo”, concluyó.