El ex diputado nacional Ricardo Alfonsín, es uno de los pocos dirigentes de la Unión Cívica Radical (UCR) que se lo escucha lanzar críticas contra el Gobierno y en torno al nivel de participación del radicalismo en la toma de decisiones del Ejecutivo. En esta oportunidad, lanzó críticas por tener que llegar a la instancia de recurrir al Fondo Monetario Internacional (FMI). 

Alfonsín lanzó que "el PRO debería abandonar esos afanes hegemónicos reconstitutivos, de que en lo viejo está todo lo malo y en lo nuevo, lo bueno" y manifestó que "en el Gobierno hacen falta más ideas del radicalismo".

En diálogo con FM La Patriada, el hijo del expresidente Raúl Alfonsín volvió a pedir mayor participación del radicalismo en la toma de decisiones aunque no responsabilizó al PRO sino a su propio partido: "La responsabilidad no es del PRO, la responsabilidad de que no haya diálogo dentro de Cambiemos y que la UCR no tenga influencia en las decisiones, es de la misma UCR", expresó. 

A pesar de sostener sus diferencias con sus correligionarios de la conducción del partido centenario, Alfonsín descartó que en 2019 encabece una candidatura por fuera del sello radical: "No se me ocurriría aceptar una candidatura en un partido que no sea la UCR", aseguró.

En cuanto a la decisión del Gobierno de establecer negociaciones con el FMI para acceder a un crédito "Stand By", manifestó que "sería bueno que la Argentina negociara con el FMI en el marco de un proceso de diálogo, en el que todas las fuerzas políticas se manifiesten en el sentido de que no acepten condicionamientos que signifiquen sacrificios".

Por otra parte, en La Nación+ el dirigente radical dijo que se cayó en el FMI porque "creyeron que era fácil gobernar, que los problemas de los argentinos no se resolvían por políticos incompetentes, demagogos. Muchos lo dicen todavía, sobre todo empresarios. Ahora se estarán dando cuenta de que no es tan fácil resolverlos". 

Y concluyó: "Creían que alcanzaba con el cambio de Gobierno, con el cambio en las filosofías del partido que tenía que gobernar para que se generara un clima favorable para la economía, que llovieran las inversiones. En función de ese escenario, hipotético e imaginado para 2016, es que se tomaron decisiones que si hubieran sabido no las hubieran tomado".