La transición política nacional tiene un capítulo significativo en la renovación de autoridades del Congreso Nacional. A diferencia del Senado, donde la relación de fuerzas del futuro oficialismo es más clara con respecto a la oposición, en Diputados habrá un equilibrio de fuerzas muy fino entre el Frente de Todos y la bancada de Juntos por el Cambio. A su vez, esos dos hemisferios representativos tienen una conformación interna heterogénea, un hecho que precipita la puja doméstica entre actores partidarios aliados para liderar cada interbloque.

En la próxima bancada opositora en Diputados hay una discusión abierta entre el radicalismo, el PRO puro y el “monzonismo” por ser la voz cantante. En ese mapa amarillo legislativo será crucial cómo se dirimirá la conducción nacional de lo que fue Cambiemos, sí primará el postmacrismo o sí habrá continuidad del ex presidente de Boca Juniors como líder del espacio. En paralelo, el interbloque del Frente de Todos también tendrá sus expresiones particulares conviviendo dentro de un entendimiento mayor, ser la expresión legislativa del gobierno de Alberto Fernández. En la futura coalición legislativa justicialista convivirán el kirchnerismo, el Frente Renovador, parlamentarios de trato más directo con el propio Alberto Fernández y diputados orgánicos al pensamiento de los gobernadores. Diagonales habló con el diputado santafesino Agustín Rossi para conocer su mirada sobre el inminente nuevo mapa legislativo.

¿Aspira a ser el presidente del bloque del Frente para la Victoria o del interbloque del Frente de Todos en la Cámara Baja?

-Me gustaría aclarar primero cómo pienso que será el diseño de nuestra conformación. El Frente de Todos seguramente será un interbloque donde nuestro bloque actual, el Frente para la Victoria, será uno de los componentes de esa mesa. De la misma manera que la bancada del Frente Renovador, por poner un ejemplo, será una pieza de ese interbloque. A su vez creo que otros bloques con una composición de diputados más pequeña serán parte de nuestra coalición legislativa.

 "El Frente de Todos seguramente será un interbloque donde nuestro bloque actual, el Frente para la Victoria, será uno de los componentes de esa mesa".

Entonces, ¿el Frente de Todos tendrá una coalición legislativa en Diputados?

-Claro, así lo entiendo. Ahora bien dentro de esa cohabitación el Frente para la Victoria es el bloque mayoritario, así que entiendo como legítima nuestra aspiración a presidir el interbloque justicialista. Entonces la respuesta sobre la jefatura política corresponde darla al conjunto de diputados que seremos parte del mismo articulado legislativo. Obviamente que la opinión del presidente electo Alberto Fernández importa mucho en este tema. Pero no escapó a las especulaciones, actualmente soy el presidente del bloque y eso puede hacer pensar a muchos que puedo seguir haciéndolo.

"El Frente para la Victoria es el bloque mayoritario, así que entiendo como legítima nuestra aspiración a presidir el interbloque justicialista". 

¿Qué prioridades políticas debería impulsar el oficialismo en el recinto legislativo?

-Cuando uno es oficialista el bloque parlamentario tiene una principal función: ser el sostén legislativo de la política que lleva adelante el Poder Ejecutivo nacional. En ese sentido me imagino un diciembre intenso en el Congreso. Falta votar el presupuesto y seguramente debatir una serie de leyes fundacionales que enviará el Ejecutivo.

Después pienso que debemos tener una agenda propia producto de las iniciativas impulsadas por cada uno de los integrantes del interbloque, y como seremos un interbloque amplio seguramente habrá muchas iniciativas.

¿Cómo construir mayoría ante una bancada opositora que por el momento emerge como mayoritaria?

-El debate que se aproxima en la Cámara de Diputados reflejará lo ocurrido en las últimas elecciones: nueve de cada diez argentinos dividieron su voto entre el Frente de Todos y Cambiemos. Entonces, a mi criterio tenemos que trabajar para ver sí construimos mayorías propias en determinadas circunstancias, lo que no implica obviar elaborar consensos con el principal bloque opositor.

Seamos claros, en la Cámara hay 257 diputados, de ese número hay 240 parlamentarios divididos entre dos bloques. De los legisladores restantes una parte responden a Consenso Federal, que no es un grupo homogéneo, luego hay dos diputados de izquierda y también hay representantes de partidos provinciales. Eso lo menciono para ratificar lo que decía: habrá que intentar construir una mayoría propia cuando se pueda, y en determinadas leyes habrá que buscar consenso con la oposición.

"Habrá que intentar construir una mayoría propia cuando se pueda, y en determinadas leyes habrá que buscar consenso con la oposición".