El intendente de Campana, Sebastián Abella, se puso el traje de detective y descubrió que trabajadores municipales robaban combustible a la comuna para vender a empresarios. Además, realizaban trabajos con equipos del Estado. Todo esto fue denunciado por el propio jefe comunal. 

El hecho que fue investigado y denunciado ante la Justicia por el propio intendente, involucra a al menos cinco empleados municipales y a varios empresarios. A estos últimos, se les imputa beneficiarse con la compra-venta de combustible del municipio y el aprovechamiento de maquinaria estatal para la realización de emprendimientos privados.

Una luz de alerta se encendió en Abella cuando detectó un aumento significativo en el consumo de gasoil que utilizan los camiones municipales. Fue allí que decidió ir de incógnito hacia una estación y siguió a los vehículos. En ese momento, descubrió que uno de ellos se desvió del camino e ingresó al predio de una empresa privada, donde depositó lo que había cargado minutos antes en varios bidones.

Según relataron desde eldebate.com.ar, una vez que el jefe comunal descubrió esta maniobra decidió llamar a la policía, que secuestró el combustible y tomó testimonio a los dueños del lugar que ratificaron que habitualmente les compraban a los mismos empleados municipales.

Luego, el intendente se dirigió hacia otro predio, donde los GPS de los camiones municipales marcaban varias visitas, pese a no pertenecer al circuito habitual de los vehículos. Allí, los dueños también reconocieron la maniobra ilegal, pero denunciaron además que en otro terreno cercano varios empleados públicos realizaban trabajos para una empresa.

Cabe señalar que el secretario de Medios del municipio, Martín Seguín, indicó que "el hijo de uno de los dueños termina confesando que máquinas y empleados municipales habían estado trabajando allí para hacer un movimiento de suelo en un predio de tres hectáreas. Y por lo menos una de las motoniveladoras estaba trabajando en el lugar durante varios días".