Bayern Múnich es el nuevo campeón de la UEFA Champions League. En esta atípica edición disputada a final eight en Lisboa, los bávaros impusieron su juego de principio a fin y son justos campeones.

En un partido disputado sobre todo en el primer tiempo, prevaleció el equipo por sobre la individualidad. Hubo tramos donde Neuer se hizo gigante y salvó su valla, pero si hay que hablar de superioridad, Bayern fue mejor, más aún con el correr de los minutos. 

El segundo tiempo fue dominio total, defensa con posesión y futbolistas que sacaron a relucir el manual del buen fútbol, con Thiago Alcántara y Joshua Kimmich como principales abanderados. 

Justamente el último mencionado, escaló en la derecha y dibujó un pase con guante para la frente de Coman, que sólo tuvo que direccionar el cabezazo para el grito sagrado del equipo de Flick. 

Las luces serán de Lewandowski, de demenciales números esta temporada (55 goles, 15 por Champions), pero Bayern ha sido un gran equipo del primero al último. Del jugador uno al catorce o quince, porque también quienes tuvieron la oportunidad de ingresar han estado a la altura.

Neymar estuvo maniatado, Mbappé no tuvo campo para correr y los lanzadores parisinos se vieron tapados continuamente, con una presión alta asfixiante de un conjunto que lo reunió todo durante esta edición express de Champions... Y en toda la temporada.

El más regular. El que ganó casi todos sus partidos con amplitud y a puro gol. El que ha reunido todas las características necesarias de un campeón. Bayern y la merecida consagración de Lisboa. Entre tanta rareza de hoy día, primó la lógica y como alguna vez dijo Gary Lineker... 

El fútbol es un deporte de once contra once, en donde las finales las ganan los alemanes. 

Salud o Mía San Mía, como dicen en Múnich. 

Por Manu Surasky.