El equipo de Flick sigue su curso y en un partido que se le pudo complicar, sobre todo en el comienzo, volvió a ganar con contundencia y ya es finalista de la Champions, la cual no conquista desde 2013.

De arranque Lyon complicó y tuvo la apertura del marcador en un par de ocasiones, primero con Depay y luego con Ekambi. 

Justamente tras una clarísima situación del mencionado delantero africano, en el contragolpe los bávaros no perdonaron, y Gnabry dibujo una jugada personal estupenda para definir aún mejor con un zurdazo de aquellos a los 20'. 

A partir de allí, Bayern tuvo el aplomo de siempre y si bien los galos se encontraron con alguna jugada en zona de riesgo, el resultado pareció no tener demasiadas dudas. De hecho, minutos después Alphonse Davies hizo el surco de siempre en la izquierda y asistió a Lewandowski, el polaco no la pudo empujar y fue Gnabry, otra vez, el que finalmente firmó el 2-0.

Ya sobre el complemento y con la historia casi juzgada, un quirúrgico centro de Joshua Kimmich fue transformado en gol por el máximo artillero de la competencia, Robert Lewandowski (15). Con un cabezazo letal, el 9 decretó el 3-0.

Así las cosas, ambos finalistas llegan de ganar bien y con claridad, asomándose una final de alto vuelo, en todos los sentidos. Bayern-PSG, los participantes de una definición particular, histórica e inolvidable en Lisboa.

Por Manu Surasky.