El conflicto por el cierre de la planta de Fabricaciones Militares en Azul parece no tener fin. Luego de más de “100 días de acampe y resistencia” de los trabajadores despedidos en Fanazul, el gobierno de María Eugenia Vidal se hizo presente en el lugar y anunció un desembolso millonario de subsidios para los fabriqueros. Si bien la medida alivia la situación económica de los despedidos, el reclamo por la reapertura de la fábrica que “genera trabajo genuino y es autosustentable” sigue sin respuesta. 

“Vienen ahora a dar una mano de pintura, cuando Vidal estuvo ausente durante todo el conflicto”, afirmó la representante de ATE Azul, Vanina Zurita a Diagonales y agregó: “Obviamente nadie dice que este dinero en estas condiciones no les sirve, son compañeros que están desocupados, algunos en situación de calle, necesitan esa plata. Pero uno se pregunta ¿por qué no utilizan este aporte económico para la reapertura de la fábrica?”.

Ayer, el ministro de Trabajo, Marcelo Villegas y el intendente oficialista Hernán Bertellys participaron de una audiencia en el Juzgado Federal de Azul donde anunciaron el desembolso estimado en 35 millones de pesos para pagar subsidios a los despedidos. Los trabajadores recibirán en los próximos 45 días “medio sueldo por año por la antigüedad, más medio aguinaldo”, precisó Zurita.

Además, la mujer planteó que ante el crecimiento del polo minero en la zona de Azul y Olavarría, resulta aún más incomprensible “por qué el gobierno habiendo trabajo genuino lo que hace es despedir gente”. Y resaltó que “Fanazul tiene mercado para poder instalar sus productos”.

“Los compañeros hicieron un trabajo sobre la viabilidad de la fábrica. El ministro (Villegas) dijo que habían recibido una Provincia quebrada y que los recursos están en salud y educación, como si no supiéramos cómo están los hospitales y escuelas de la Provincia, que no se podían hacer cargo de la fábrica. Con buen tino, uno de los compañeros le contestó que la fábrica es autosustentable y ahí se terminó el diálogo. Villegas dijo ‘bueno pero desde Nación nos dicen que no’”, contó la mujer.

Ante el silencio y la negativa oficial, los trabajadores continuarán con el acampe y las medidas de fuerza para presionar por el reapertura de la fábrica.