Luego de más de un mes sin verse las caras, y tras intensos reclamos por parte del gobierno de la provincia de Buenos Aires –por la “actualización” del Fondo del Conurbano y el adelantamiento de las elecciones bonaerenses–, la gobernadora María Eugenia Vidal se mostrará a principios de esta semana junto al presidente Mauricio Macri.

La primera foto política del año entre las dos figuras principales de Cambiemos aún no tiene lugar confirmado aunque se espera que sea en algún punto de la Provincia donde se esté desarrollando una obra pública de relevancia.

Para evitar tensiones y especulaciones políticas, desde el oficialismo prefirieron desactivar la cumbre política que estaba prevista para hoy y preveía la participación de Macri, Vidal, jefe de Gabinete Marcos Peña, el ministro del Interior Rogelio Frigerio y el alcalde porteño Horacio Rodríguez Larreta.

Es que la estrategia de desdoblamiento de las elecciones bonaerenses que lanzó el equipo de Vidal, con aval de massismo, generó el rechazo de los armadores de campaña de Mauricio Macri que –si bien no descartan la iniciativa públicamente para mantener en vilo a la oposición en el principal territorio electoral del país– no ven con buenos ojos la impronta “independiente” de Vidal  que intenta librarse del salvavidas de plomo que es el apellido Macri en el Conurbano.

Desde el entorno del Presidente dejan en claro que todas las estrategias de campaña estarán direccionadas a lograr la re-elección de Macri, y los gobernadores Alfredo Cornejo (Mendoza), Gerardo Morales (Jujuy) y Vidal, deberán trabajar para garantizar la Presidencia. 

En paralelo, se espera hoy la llegada del consultor ecuatoriano Jaime Durán Barba, quien junto a su socio Santiago Peña Nieto, presentarán al Presidente las últimas mediciones de su imagen y las principales variables del “humor social” que serán los ejes a trabajar en la campaña.