Esta mañana, la protesta de los efectivos de la Policía Bonaerense se trasladó a la Quinta de Olivos, donde decenas de móviles rodearon la residencia presidencial haciendo sonar sus sirenas. Luego, los efectivos se bajaron de los móviles y aún mantienen una protesta en el lugar. Ante esta situación, legisladores, intendentes, funcionarios y distintos referentes de la política criticaron el accionar de los agentes.

Lo cierto es que la gran mayoría de los mensajes de repudio provienen de las filas del oficialismo. “Es inadmisible ir con armas y patrullero a la Quinta de Olivos para condicionar a un gobierno electo democráticamente”, escribió el intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde.

Su par de Merlo, Gustavo Menéndez, aseguró que este tipo de acciones “desvirtúa el reclamo salarial justo en un accionar sedicioso, irresponsable e inaceptable para la democracia”.

Por su parte, la senadora nacional Anabel Fernández Sagasti sostuvo que “repudiar este hecho y defender la democracia es una obligación ética y moral”.

Sin embargo, cabe señalar que los mensajes de repudio no sólo provinieron del oficialismo, sino de algunos referentes de la oposición. “A favor de las legítimas reivindicaciones de la Policía Bonaerense. “En contra del reclamo frente a la Quinta de Olivos. No es el lugar”, escribió el diputado nacional Fernando Iglesias, tal vez en una de las publicaciones más sorpresivas.  

Por su parte, Ricardo Alfonsín afirmó que “el fin no justifica los medios” y que la protesta de personal armado en Olivos “es inaceptable” y que “todos debemos repudiarlo”.

El diputado de la provincia de Buenos Aires por Juntos por el Cambio, Guillermo Bardón opinó que “lo de la Bonaerense rodeando la Quinta de Olivos es un inaceptable mensaje de amedrentamiento. El reclamo salarial puede ser justo, pero tiene un límite”.

Frente a este escenario, el jefe de Gabinete Santiago Cafiero adelantó que “el gobierno nacional no se va a hacer el distraído. Los problemas se resuelven hablando frontalmente y con sensatez”. Palabras que más temprano había pronunciado el presidente Alberto Ferández, quien mantendrá una reunión con el gobernador Axel Kicillof e intendentes del Conurbano para analizar la situación.