La diputada Elisa Carrió fue una de las dirigentes e integrante de la alianza Cambiemos que decidió jugar fuerte en contra de la despenalización del aborto. Se sabe que la legisladora es extremadamente católica y por sus creencias es que prohibió a sus diputados asistir al plenarios de comisiones en el que se trata el tema. 

Si bien desde el espacio señalaron que respondió a una "obediencia", lo cierto es que los legisladores no se atrevieron a enfrentar a su líder. Según señalaron desde Clarín, los Diputados de  la Coalición Cívica aceptarán dar la discusión una vez que pasen las Pascuas, pero no antes. 

De los 10 diputados del bloque, hay cuatro distribuidos en las comisiones que tratarán el aborto legal. Son la porteña Paula Oliveto, la bonaerense Marcela Campagnoli (ambas están en Legislación Penal), la cordobesa Leonor Martínez Villada (está en Salud) y la chaqueña Alicia Terada (Legislación General). En Familia y Mujer, la comisión restante, la Coalición Cívica no tiene representantes. Carrió no forma parte de ninguna de las cuatro.

La legisladora terminó de blanquear su rechazo en una nota enviada este lunes al presidente de Legislación General, Daniel Lipovetzky (Pro), quien será el encargado de conducir el debate. Igual, la diputada buscó hacer extensivo el mensaje a las otras tres comisiones. 

"Estamos transitando un tiempo sagrado para muchos argentinos y no quisiera que el inoportuno tratamiento de este tema tan sensible se convierta en un agravio para millones de judíos y cristianos", expresó Carrió y agregó que "daremos el debate sobre este proyecto de ley y brindaremos nuestras razones en el momento en el que haya que darlo, tenemos todo el año para hacerlo, pero empezar a tratarlo esta semana parecería una violación a los principios de tolerancia y pluralidad que exige un Estado democrático".