La ciudad de Mar del Plata se convirtió en uno de los lugares de mayor delicadeza frente al impacto de la pandemia. Tanto por los paulatinos brotes de contagios y fallecidos, como por las consecuencias que se esperan en el sector turístico de la ciudad balnearia más popular de la Provincia de Buenos Aires. En ese sentido, tanto desde la propia comuna de General Pueyrredón como de ciudades vecinas ya comienzan a desalentar el ingreso de personas hacia el punto de veraneo.

Fue desde el municipio lindero de Balcarce, donde el intendente Esteban Reino llamó a la comunidad a evitar los viajes esporádicos a Mar del Plata. A través de sus redes sociales, Reino expresó: “Tengo que apelar a la buena predisposición de todos ustedes y al uso de la buena razón de quienes están viajando constantemente a ciudades como por ejemplo Mar del Plata, para pedirles que no lo hagan en caso de no ser algo de urgencia”.

El gesto de Reino llega en un momento en que los intendentes de múltiples distritos están en plena acción por lograr el acatamiento ciudadano respecto de las medidas de ASPO, en un contexto donde muchos vaticinan la inminente llegada del “pico de contagios” para las próximas semanas. “A quienes viajan por cuestiones que pueden ser postergables, quiero pedirles que no lo hagan. Que eviten viajar sin necesidad alguna o simplemente por placer”, expresó el intendente de Balcarce.

Por su parte, de la propia gestión marplatense a cargo de Guillermo Montenegro, también hubo señales de restricción. En declaraciones a la señal A24, el alcalde Montenegro dijo: “Salvo que tenga una situación de fuerza mayor, no se está autorizado el ingreso de personas que no son residentes. Somos estrictos con el transporte interurbano”.

En esa misma línea, el jefe Comunal se anticipó a lo que puede devenir en la temporada de verano y señaló: “La temporada va a ser distinta. Pensar en venir el fin de semana es complicado. Estamos pensando en un verano con turistas y protocolo”.

Cabe señalar que, de cara a poder planificar un posible esquema preventivo que no ponga en jaque al sector turístico, la ciudad de Mar del Plata intentó varias pruebas piloto para establecer flexibilidades, en especial en actividades recreativas y gastronómicas. Hasta el momento, esos movimientos se vieron amenazados por nuevos brotes de contagios.