El mundial sirvió sin dudas a Rusia como medio para derribar clásicos mitos negativos, especialmente sobre su cultura y su gente. No obstante, los números parecen darle la espalda al actual presidente Vladimir Putin, quien vio deteriorada su imagen positiva en el mes que duró el mundial.

En este sentido, la encuesta reciente realizada por una agencia estatal mostró que la confianza en el presidente ruso cayó del 77% al 63% desde las elecciones de marzo; números que encuentran su razón en el controvertido aumento de la edad jubilatoria anunciado el primero día de la Copa del Mundo.

Dicho esto, es importante considerar que el análisis de la imagen de Putin en relación al desarrollo de Rusia tiene un trasfondo vinculado al hecho de que, después de haber estado en el poder durante la mayor parte de las últimas dos décadas, Putin y Rusia a menudo se consideran conceptos intercambiables: lo que es bueno para uno es bueno para el otro. Esta vez, sin embargo, ese no parece ser el caso.

En este punto es interesante considerar lo dicho por el analista ruso, Andrei Kolesnikov, quien afirma que "una de las tareas del torneo fue vincular aún más los conceptos de 'Putin' y 'Rusia', pero, por lo contrario, comenzó a moverse en diferentes direcciones”.

En consonancia, si bien los índices de aprobación de Putin siguen siendo altos según los estándares de los líderes democráticos occidentales, son los más bajos desde marzo de 2014, cuando Rusia se anexionó Crimea y, en efecto, una ola de fervor patriótico impulsó su popularidad.

A lo dicho hasta acá se suma otra encuesta, realizada por el Levada Center, que preguntó a los rusos si "las cosas van en la dirección correcta" en el país. Solo el 46% dijo que estaba de acuerdo, nuevamente la cifra más baja desde la anexión de Crimea.

Por lo tanto, aunque el presidente ruso tiene todos los motivos para ser feliz debido a que el consenso general es que Rusia ha sido sede de una exitosa Copa del Mundo, lo cual parece haber logrado un tradicional objetivo de la Rusia post Unión Soviética vinculado a generar una imagen positiva del país a nivel internacional que rompa con la desconfianza generalizada a nivel internacional producto del tiempo que duró el bloque comunista, lo cierto es que se enfrenta actualmente a otro desafío: mantener su imagen positiva.