"Tenemos muchos juveniles en el equipo. Los pibes crecen al lado de los grandes", comentaba Pedro Troglio en dialogó con Diagonales y en el triunfo de ayer por los 32 avos de final de la Copa Argentina ante Sportivo Belgrano de San Francisco Córdoba la frase quedó plasmada en el campo de juego.

La alineación en la cancha de Temperley estuvo compuesta por cinco juveniles, tres que hacían su debut: Germán Guiffrey, Hernán Tifney y Juan Cataldi, mientras Matías Melluso y Matías Gómez, quienes terminaron jugando el semestre anterior siguieron ocupando lugar en el once titular.

El lateral por izquierda Melluso fue el más deslumbrante, siendo al igual que su compañero Facundo Oreja, firme en ataque con su escalada por banda (a él le cometieron el penal que falló Silva) y contundente en defensa. El otro destacado fue el central de Concordia, Guiffrey, que al lado de Maximiliano Coronel mostró firmeza, temperamento y cualidades para quedarse con el puesto.

Por su parte, Cataldi, Gómez y Tifner tuvieron un partido aceptable, pero hay que remarcar que le tocó bailar con la más fea a la hora de crear juego, toparse con un mediocampo y una defensa del equipo cordobés que jugó cerrada bancando el marcador en cero. Sin embargo, nunca se escondieron para pedir la pelota y juntar el uruguayo Silva que los alentó continuamente.

Pero los grandes hicieron lo suyo para conseguir el boleto a los 16 avos de final. Rinaudo fue clave en la segunda parte, convirtiéndose en el termómetro del equipo desde los futbolístico y lo táctico y Licht, que ingresó en la segunda parte a pesar del gol, se paró en la mitad de la cancha y comenzó a pedir la pelota para descomprimir la presión a los chicos.

A pesar de su urgencia de puntos para salir de la pelea por los promedios, Gimnasia no será un club que invertirá dinero para salir de ese puesto porque no lo tiene, pero los pibes y los grandes demostraron que van a ir de la mano hasta final, respaldados por la idea de Troglio.

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