Desde la Agencia I+D+i sostienen que el desarrollo de un país depende de la industria, la ciencia y los recursos que permitan llevar adelante propuestas innovadoras a los problemas sociales y económicos. Por eso, Fernando Peirano habló de la importancia de la nueva Ley de Economía del Conocimiento y los avances que supone para el desarrollo productivo y tecnológico.

Además profundizó en el desarrollo de una Agenda de Transformación Digital Pyme, que tiene como objetivo primordial la evolución de las organizaciones, públicas o privadas, hacia lo digital. “Desde la Agencia estamos rediseñando la estrategia de apoyo a las Pymes en todo lo que tiene que ver con la transformación digital. Es un enfoque que tiene en cuenta el contexto que nos da la nueva Ley de Economía del Conocimiento” afirmó Peirano.

¿En qué consiste la nueva Agenda de Transformación Digital Pyme?

Con la nueva agenda buscamos articular dos sistemas de promoción: el sistema de promoción en Ciencia, Tecnología e Innovación, que impulsamos y financiamos nosotros desde la Agencia I+D+i, con el sistema de promoción industrial que se lleva adelante desde el Ministerio de Desarrollo Productivo. La apuesta es ensamblar y articular estos dos sistemas para lograr un país donde no solo usemos tecnología sino también tengamos instituciones y empresas que desarrollan tecnología digital. Lo hemos podido hacer en el pasado y lo queremos volver a hacer a futuro, especialmente ahora que lo digital está transformando no sólo el comercio sino también los ámbitos del trabajo la educación y el entretenimiento.

¿Cómo están llevando adelante la implementación de la Agenda desde la Agencia I+D+i?

            Estamos concretando una alianza con la Secretaria de la Pequeña y Mediana Empresa y los Emprendedores, y con la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la Republica Argentina, para impulsar la plataforma Indtech 4.0. La Secretaría nos está facilitando el acercamiento de las Pymes a las herramientas digitales y nosotros estamos, como primer paso, financiando los estudios, análisis y diagnósticos que puedan hacer esas empresas con un profesional. Por otro lado estamos incentivando el desarrollo del Software vinculado a bienes de capital, lo que muchas veces se denomina Software embebido, a fin de transformar nuestra industria en una de equipos inteligentes que puedan aprovechar todas las ventajas de internet.

¿Cómo influye la pandemia en el contexto tecnológico-productivo del país?

El contexto de las pospandemia va a ser un contexto disputado donde se han abierto oportunidades también para nuevos bienes y servicios, sin duda en todo lo que está agrupado bajo lo que denominamos nosotros las 4D: Diagnóstico, Distanciamiento Físico, Dispositivos de Protección Personal y lo Digital. Estos sectores tienen una demanda creciente, en un contexto profundamente recesivo que atraviesan las economías. Nosotros tenemos la posibilidad de impulsar no sólo soluciones para cada uno de estos temas sino nuevos actores, nuevas empresas.

¿Cómo se avanza con estos impulsos?

En las últimas semanas nos hemos enfocado en una convocatoria muy interesante que ha sido fomentar la puesta en marcha de nuevas Empresas de Base Tecnológicas (EBT), además de reimpulsar otras que ya estaban con tecnologías y que pueden convertirse en productos y servicios en este ámbito de las cuatro D. Esta convocatoria ya está en fase de finalización de evaluación y adjudicación y es una forma más, un nuevo puente que tendemos entre los logros en materia social y económica que ocurren, por ejemplo, en los laboratorios o en las universidades.

¿Cómo se encuentra posicionada Argentina en cuanto a la productividad y la industria digital en el marco internacional?

Actualmente Argentina tiene una fortaleza en la oferta exportable basada en servicios digitales. Es el tercer complejo exportador que se apoya en una industria del software que creció al amparo del régimen de promoción de la Ley de Software que tuvimos entre el 2004 y el 2020. Ahora contamos con la nueva Ley de Economía del Conocimiento y, sin lugar a dudas, es una buena noticia porque busca reeditar la experiencia pasada no ya para 4500 empresas y cien mil puestos de trabajo, sino que incorpora a otros sectores como la biotecnología, nano tecnología o la llamada internet de las cosas. Al relacionarse también con todo lo que tiene que ver con los servicios digitales profesionales o con las industrias culturales, nos permiten incentivar las exportaciones y el empleo en una industria. De esta forma se puede llegar a generar cuatrocientos mil puestos de trabajo, es decir cuatro veces más de lo que estábamos alcanzando.