Este mediodía, una caravana de motos y bicicletas recorrió el centro de la ciudad de La Plata. Repartidores de Glovo, Pedidos Ya y Rappi se concentraron en Plaza Moreno y se dirigieron hasta la Casa de Gobierno bonaerense para exigir mayor seguridad y respaldo por parte de las compañías, luego de que un trabajador fuera baleado durante un robo el fin de semana.

A lo largo de esta pandemia, las motos y bicicletas que hacen delivery se adueñaron de las calles, especialmente durante la etapa más estricta del aislamiento social. Desde el 20 de marzo que los repartidores no han dejado de trabajar un solo día, son trabajadores esenciales que día a día están en la calle, sin embargo desarrollan su labor en condiciones de precarización e inseguridad.

“Reclamamos que se termine la complicidad policial y estatal con el delito y las zonas liberadas”, asegura el comunicado público que hicieron los trabajadores.

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"Somos trabajadores que hemos sido considerados esenciales pero nuestra situación no ha cambiado en nada, estamos muy desprotegidos, no tenemos elementos de protección o higiene”, contó Lucas, repartidor de Rappi, en conservación con Diagonales. “La empresa considera que somos trabajadores independientes y ellos meros intermediarios entre nosotros y el cliente”, explicó.

Además, los trabajadores denunciaron que no sólo hace falta más policías en la calle, incluso algunos creen que no es la solución, sino que piden que las compañías de delivery se hagan cargo cuando a ellos les roban las herramientas de trabajo. “Exigimos que las empresas nos den una respuesta frente a esta situación: necesitamos un seguro para nuestras herramientas de trabajo y ART a cargo de la empresa”, aseguran en el comunicado.

“Nosotros cuando somos baleados, tenemos un accidente o nos roban la moto, nos quedamos sin nuestro sustento y si la empresa no se hace cargo de estas situaciones, nosotros no podemos seguir trabajando”, contó Lucas.

La caravana que realizaron en el día de hoy, terminó en la Gobernación bonaerense donde finalmente fueron recibidos por un funcionario del Ministerio de Seguridad, a quien le entregaron un petitorio.