Luego de una investigación que involucró a unos 380 periodistas de diferentes nacionalidades y que analizó más de 13,4 millones de documentos provenientes de los principales estudios jurídicos dedicados a proveer servicios offshore, un nuevo informe sale a la luz y nuevamente genera polémica a nivel mundial.

Ante todo, es importante definir a una offshore como una compañía cuya característica principal es que están registradas en un país en el que no realizan ninguna actividad económica, el cual, a su vez, es un paraíso fiscal, lo que significa que ofrece ciertas ventajas de tipo fiscal. Uno de los paraísos fiscales más conocidos a nivel mundial es Panamá, el cual tomó gran relevancia luego de la publicación de los Panamá Papers.

¿Son ilegales las offshore? En términos estrictos a la constitución de las mismas, no son ilegales. La peligrosidad de éstas surge a partir del hecho de que, en muchos casos, se ha comprobado que el dinero allí ubicado está vinculado a actividades ilegales como el narcotráfico y la corrupción. De todos modos, según el abogado experto en fiscalidad Robert W. Wood "lo que es ilegal es tener cualquiera de estos tipos de cuentas o empresas sin informar a las autoridades".

La publicación de esta nueva investigación se encuentra relacionada a personalidades y corporaciones reconocidas a nivel mundial, hecho que los deja en la mira de todos. Argentina no fue la excepción, lo cual se evidencia principalmente en la vinculación con estas offshore de dos ministros del actual Gobierno Nacional: Juan José Aranguren (Ministro de Energía) y Luis Caputo (Ministro de Finanzas).

Es importante mencionar que estas megafiltraciones han producido renuncias de políticos alrededor del mundo, como fue el caso del Primer Ministro de Islandia, quien luego de ser vinculado oficialmente a los Panamá Papers se vio obligado a renunciar a su cargo público. En nuestro país la problemática parece no presentar grandes dificultades al oficialismo, ya que no ha generado efectos similares a los mencionados anteriormente.

De todos modos, es importante observar que además de las personalidades más famosas que han quedado vinculadas a la investigación, la problemática de trasfondo es el hecho de que las principales corporaciones a nivel mundial refugian sus capitales en estos paraísos fiscales, generando que el 1% más rico del mundo no cumpla con sus deberes impositivos, ampliando aún más la brecha económica con el 99% restante de la población mundial.

Estas estimaciones porcentuales fueron confirmadas en Septiembre de este año por la revista Buró Nacional de Investigación Económica (NBER), quien afirmó que el 80% de todo el dinero guardado en centros financieros offshore, pertenece al 0,1% más rico, y, a su vez, el 50% de ese monto pertenece al 0,01% de más arriba.

Este tipo de actividades que se han tornado un problema a nivel mundial y a nivel interno de cada país por la evasión fiscal que genera, parecen ser otra prueba de la problemática que actividades trasnacionales de tipo privado generan por sobre las clásicas estructuras estatales, sobrepasando incluso a los Estados más desarrollados del mundo.

Probablemente los Paradise Papers no sean la última noticia que se tenga en relación a las actividades offshore, ya que, en la actual coyuntura internacional donde predominan las lógicas desintegracionistas, no parece haber esperanza de cooperación entre los diferentes gobiernos que pueda generar soluciones a la problemática.

Es importante mencionar que, posterior a la publicación del polémico informe, se inició una movida a nivel mundial impulsada por el ex Primer Ministro inglés Gordon Brown para exigirle al Presidente Mauricio Macri –quien presidirá la próxima cumbre del G20 a realizarse en Argentina el año próximo- que se declare un rechazo conjunto desde el foro a la existencia de las offshore. Si bien hasta el momento no ha habido declaraciones desde el macrismo, se ha generado gran expectativa debido a que la petición explicada ya pasó el millón de firmas.