El intendente de La Plata, Julio Garro, recortó mas de mil millones de pesos de las áreas de gestión social durante el año pasado. Semejante ajuste pasó desapercibido hace poco más de un mes, cuando el jefe comunal presentó ante el Concejo Deliberante la rendición de cuentas del ejercicio de 2019, votado a libro cerrado por los 14 concejales del bloque oficialista. La oposición denunció ese día que la municipalidad le entregó fotografías tomadas con celular de las fojas de los documentos en lugar de los originales, para dificultarles el control de los números. Pese a todo, 40 días después, dos informes, uno con la firma de la concejala del Frente de Todos, Yanina Lamberti, y otro del Instituto de Pensamiento para la Justicia Social, revelaron con detalle la magnitud de la transferencia discrecional de fondos de sectores de gobierno sensibles como Salud, Desarrollo Social y Obras Públicas, cruciales en tiempos de pandemia, hacia otras menos “esenciales” pero caras al ADN político del Pro como Espacio Público y Comunicación.  

De acuerdo a ambos informes, las áreas más golpeadas fueron Seguridad y Justicia, con una sub-ejecución del 40 por ciento de lo presupuestado, es decir una quita de 679 millones de pesos. Le siguieron las dos Secretarías que hoy son clave para afrontar la pandemia: Salud, con un recorte de 236 millones, tal como lo adelantó Diagonales, y Desarrollo Social, con 153 millones subejecutados. También se recortó en Obras Públicas unos 111 millones. En conjunto, el ajuste rondó los 1180 millones de pesos.

Lo curioso es que todas esas partidas fueron reasignadas a otras áreas de gestión, que evidentemente Garro priorizó por sobre las mencionadas antes. Por caso, hay un notorio crecimiento en las partidas de Secretaria de Espacios Públicos, que subió un 132 por ciento respecto de lo proyectado, es decir, recibió 895 millones de pesos de más. Lo mismo sucedió con la Secretaria de Gobierno, donde se notó un incremento del 186 por ciento, unos 565 millones más. La oposición ya presentó una serie de pedidos de informe al secretario Marcelo Leguizamón, a través del Consejo, para que dé cuenta de facturación específica que demuestre en qué se gastó concretamente ese dineral traspasado.

En suma, el presupuesto del que dispuso Garro creció el año pasado del 47.8 por ciento respecto del 2018, cuando la inflación terminó siendo del 54, con una trepada fuerte desde que Macri perdiera por paliza las PASO de Agosto. Por lo que contó con muchísimos recursos, lo que echa por tierra cualquier argumento de necesidad de achicar tal o cual partida con motivo de la crisis. “Una sub-ejecución presupuestaria se entiende si hay una menor recaudación, pero en el caso de La Plata el año pasado fue totalmente diferente, entró más plata de la que se había proyectado, por lo que ese dinero que no se ejecutó en salud, en mejorar los CAPS, en los programas sociales para niños y adolescentes y en obras para los barrios populares fue a parar a los gastos políticos de Gobierno, Espacio Público y comunicación al vecino. Están claras cuáles son las prioridades del intendente”, explicó Lamberti en diálogo con Diagonales.

Por su parte, el informe del IPEJUS aporta un dato clave para entender la desinversión en programas de salud claves y en obra pública: de los 297 millones de pesos que el municipio recibió de Nación, sólo ejecutó poco más de 80. Eso dejó, por ejemplo, a los vecinos del barrio Abasto sin avances de obra en la urbanización que se había vendido con bombos y platillos.     

IPEJUS relaciona el ajuste con el crecimiento de la pobreza. “Durante el 2019 en el Gran La Plata la pobreza llegó a afectar a 271.000 personas, lo que equivale al 30,6% de la población de la Región. Más aún, la indigencia escaló hasta alcanzar a 67.000 personas, representando al 16% de la población”, dice, y agrega que “a pesar de las dolorosas realidades para miles de platenses detrás de estas cifras, el gobierno de Garro ajustó los fondos y subejecutó los recursos en las áreas más sensibles tales como Desarrollo Social, Salud, Seguridad, Obras Públicas, entre otras”.

En el hilado fino de los números del presupuesto hay algunos números que funcionan como metáfora de las prioridades de la gestión. Del programa fortalecimiento social, que coordina la promoción de los derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes a nivel municipal, sólo se ejecutó el 1 por ciento del presupuesto proyectado a nivel municipal, y apenas un 10 por ciento de los fondos provenientes de provincia. El recorte fue de 58 millones en total, casi lo mismo que recibió de más, por caso, la secretaria de comunicación al vecino, que vio incrementado su presupuesto en 45 millones y dejó debiendo otros 28.

Otro recorte llamativo se dio en los CAPS, los centros de atención comunitaria en salud, que Garro insólitamente ponderó como una inversión cuando expuso la rendición de Cuentas en el Consejo Deliberante. Si bien la municipalidad giró los fondos, en la mayoría de los casos no se ejecutaron, por lo que finalmente terminaron con deudas. También, en este caso, faltaron los fondos que debía girar la Provincia, en ese entonces administrada por María Eugenia Vidal.

En materia de Salud, además, hubo una oportunidad perdida. Nadie podía adelantarse a la pandemia el año pasado, pero a la luz de las necesidades que desató la llegada del coronavirus cobran una relevancia mayor, como el caso del recorte en el Laboratorio de Especialidades Medicinales (LEM), que produce alcohol en gel y repelentes utilizables para prevenir el dengue. Durante el 2019, se ejecutó sólo el 10 por ciento de lo presupuestado a nivel municipal, una merma de 21 millones. “Produjeron solo 4 mil sachets de alcohol en gel en todo el año, la nada misma. Hoy serían clave y si se hubiera invertido lo que corresponde el laboratorio podría estar aportando al Estado lo suficiente para toda la provincia”, denunció Lamberti.

“Todos estos recortes se dieron, además, cuando la pobreza creció al 35 por ciento en el municipio, antes de la pandemia, lo que agravó aún más la situación social que estamos enfrentando. Queda claro que los discursos del intendente no se condicen con la realidad: se priorizan áreas de gestión que no son beneficiosas para la mayoría de los platenses”, advirtió.