Cuestionado y siempre polémico, el arzobispo de La Plata, monseñor Héctor Aguer se refirió a la crítica situación social que se vive en la ciudad de La Plata y sobre la pobreza aseguró que la gente ya no pide ropa o zapatillas sino que reclaman comida. Además, despegó al intendente Julio Garro de responsabilidades al recurrir a la pesada herencia.

“No estoy adjudicando una culpa al actual gobierno; el actual gobierno está pagando los platos que se han roto en la última década. Dicen los expertos que en la última década se ha reemplazo la creación de trabajo genuino por los planes”, señaló el religioso.

Basado en testimonios de sacerdotes de la periferia de la ciudad de la la Plata, Aguer contó: "señalan que la gente de esa zona ya no va a pedir ropa o zapatillas como lo hacían anteriormente, sino a pedir comida” y defendió los datos proporcionados por la Universidad Católica Argentina (UCA) al considerar que se trata de “estadísticas serías”.

Algo que se desprende desocupación y que tiene relación directa con la falta de oportunidades y de lo más básico que son los alimentos es la inseguridad. Según un relevamiento de la Procuraduría General de la Suprema Corte bonaerense, durante 2016, los robos a man armada en la Provincia aumentaron 5%, y en La Plata 81%, lo que debe significar sin duda, una señal de alerta.

 “Lo que tratamos de hacer aquí en La Plata, consiste en que aquellos que son realmente pobres no solamente salgan de esa situación de pobreza la cual no depende, muchas veces, de nuestra falta de generosidad, sino que reciban la gracia de Jesús, la verdad de Jesús y entonces alcancen la bienaventuranza que el Señor dirige a los que son pobres”, agregó el arzobispo platense.