La gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, aseguró hoy que el nuevo Centro Integral de Monitoreo "le dará tranquilidad a los jueces" para controlar a las personas con restricciones por violencia de género o a presos con arrestos domiciliarios. Además, insistió en continuar con "el cambio profundo" en el sistema carcelario y dijo que, para el final de su gestión, aspira a que "siete de cada diez detenidos terminen sus estudios".

"Lo que no se mejora en las cárceles, se paga después", lanzó Vidal quien al dejar inaugurado el nuevo Centro Integral de Monitoreo, destinado a controlar los arrestos domiciliarios, los traslados de presos, casos de violencia de género y los movimientos dentro de las unidades penitenciarias.

También se puso como objetivo para cuando termine su mandato que "7 de cada 10 detenidos termine sus estudios, porque tenemos que darle la oportunidad a cada preso de estudiar y trabajar, y que haga algo que luego sea de beneficio no sólo para él sino para la sociedad": Del acto también participó el ministro de Justicia bonaerense, Gustavo Ferrari.

"Desde siempre, nuestro compromiso fue un cambio profundo", dijo Vidal, tras lo cual sostuvo que "con las cárceles nunca nadie se había metido. En muchos años no se trabajó en contra del delito que había dentro del Estado ni tampoco se realizaron acciones tendientes a la mejora del sistema penitenciario".

La mandataria bonaerense se dio tiempo para apuntar contra la gestión de Daniel Scioli: "Vamos a seguir trabajando, ahora sabemos que la comida llega a la puerta del penal, porque aumentamos el presupuesto" y recordó que antes del inicio de su gestión "había 7000 presos durmiendo en el sueldo" y que su decisión es modificar ésta situación y producir un cambio profundo en el sistema carcelario.

"Seguiremos dando la pelea que nos comprometimos, que no se dio en estos 30 años de democracia para crear un sistema penitenciario mejor de lo que encontramos", concluyó Vidal.