La ola de despidos sigue pegando fuerte en el interior bonaerense. Esta vez, la empresa Bunge, ubicada en el complejo industrial de Ramallo, decidió despedir a 84 trabajadores en la planta de aceite y en la de fertilizantes. La más afectada es la aceitera que dejará a 60 personas en la calle y procedería al cierre.

La Federación Nacional Aceitera aseguró que la patronal comunicó la decisión de cerrar la planta suspendiendo al resto del personal. Y denunciaron que “intentan justificar su accionar ilegal en una supuesta crisis que estaría atravesando la empresa, sin embargo Bunge no ha realizado el correspondiente Procedimiento Preventivo de Crisis".

Bunge es una de las empresas más grandes del sector agroexportador de Argentina, y ha pasado de facturar 23.530 millones de pesos en el año 2014 a 46.033 en el año 2017, plantearon los trabajdores.

"No hay justificación para las medidas que ha tomado Bunge al margen de la ley y hacemos responsable de forma exclusiva a la patronal de cualquier daño, perjuicio o consecuencia que su irresponsable accionar pueda provocar en la salud y vida de los trabajadores y las instalaciones de la planta", planteó Daniel Yofra, secretario general de la Federación Nacional Aceitera

"Hemos denunciado el accionar ilegal de Bunge en el Ministerio de Trabajo de la Nación y hemos decidido iniciar todas las medidas de acción sindical necesarias para la defensa de las fuentes de trabajo", agregó.