A contrarreloj, la gobernadora María Eugenia Vidal comienza a sumar apoyos para la estrategia electoral con la que buscará lograr la re-elección en Buenos Aires. El fin de las PASO en la Provincia, lejos de generar el pataleo de los aliados de Cambiemos, consiguió los primeros respaldos radicales que se sumaron al discurso PRO de que “generan un gasto innecesario”.

El primero en respaldar a Vidal fue el vicegobernador Daniel Salvador quien, en medio de la polémica que puso en duda su continuidad en la fórmula bonaerense, salió a avalar el desdoblamiento de las elecciones en la Provincia que, en caso de concretarse, adelantarían los comicios bonaerenses para junio, eliminando las elecciones primarias. 

La posición de Salvador en favor de la eliminación de la PASO cuenta con el aval de jefes comunales oficialistas como Esteban Reino (Balcarce) y Víctor Aiola (Chacabuco), aunque podría generar rispideces con sectores minoritarios del partido centenario que piden cancha para competir por la intendencia en distritos del interior.

La preocupación principal de la conducción del radicalismo bonaerense sin embargo, es no perder el mayor espacio de representación con el que cuentan hoy en el gobierno de Vidal, que les ha otorgado las llaves del Senado.

“Lo de Salvador y Vidal fue como un matrimonio de conveniencia pero en definitiva funcionó”, afirmó el chacabuquense Aiola, quien presionó además por un espacio en la fórmula: “El lugar de vicegobernador lo consideramos nuestro, de la UCR”.

Y agregó: “Desdoblar es una estrategia electoral y mientras sea legal no hay problema. Para mí, lo que se va a hacer es en junio elecciones a nivel Provincia y Municipio. No va a haber PASO. Las PASO son una gran encuesta que pagamos todos. Me parece bien desdoblar las elecciones”.