“Nadie quiere ver que alguien se queda sin respirador, si alguien lo quiere ver que lo diga y se haga cargo”, afirmó el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, durante su discurso en la residencia de Olivos.

Se trató de uno de los discursos tal vez más fuertes del mandatario bonaerense hasta ahora, al menos de los brindados junto al Presidente Alberto Fernández y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.

De todas formas, Kicillof destacó el trabajo conjunto con la Ciudad de Buenos Aires y volvió a señalar la integración del Gran Buenos Aires con la Ciudad. Sin embargo, cuestionó duramente a "los comunicadores y algunos sectores políticos que dicen que la pandemia no existe", mientras los hospitales están "abarrotados" en la atención de los casos de coronavirus.

"No necesitamos que estén todo el tiempo negando y criticando todo, un coro permanente que conspira y ataca. No es este el momento de cavar la grieta y buscar el voto, párenla", sentenció y agregó: “no lo hacemos nosotros en esta mesa”.

Por otro lado, el gobernador bonaerense admitió estar “muy preocupado” porque todavía no está la vacuna y en ese sentido, afirmó que "no se puede flexibilizar nada porque hay un riesgo muy grande". En ese sentido, se diferenció de la administración porteña y no anunció reapertura de actividades. 

"El sistema no está colapsado porque tuvimos el tiempo que nos dio el aislamiento social; si no, estaríamos estallados y hoy estaríamos desbordados, colapsados", recordó el mandatario.

Además remarcó que hay 35 municipios del Gran Buenos Aires "muy comprometidos" por la Covid-19, donde "hay mucha circulación" del virus, y 100 municipios del interior de la provincia, donde es menor.