El reconocido genocida Miguel Osvaldo Etchecolatz pidió a la gobernadora María Eugenia Vidal ser reincorporado a la policía Bonaerense. Fue luego de apelar su exoneración que le envío un escrito a la mandataria provincial en el que llegó a exigir, según consigna Página/12, que le dijeran "qué acciones" había realizado para "ser encuadrado en las supuestas faltas atribuidas". 

El ex jefe de Investigaciones de la Policía Bonaerense en la dictadura y jefe de los 21 centros clandestinos de detención que funcionaron en la provincia,  tiene 89 años y está preso en la cárcel de Ezeiza. Fue condenado seis veces por secuestros, torturas, asesinatos y apropiaciones de bebés, y está procesado además en numerosas causas que no llegaron a juicio. 

Ante este reclamo insólito realizado por Etchecolatz, la respuesta de los organismos de derechos humanos no tardó en llegar. Desde Madres Línea Fundadora, Taty Almeida opinó que "se cree que sigue impune" y remarcó: "habrá que pensar quién lo está respaldando".

"Si no fuera tan repudiable, tan insólito, sería para reírse. Pero en este momento que estamos pasando por un país sin ningún Estado de derecho es una cosa más para ver en qué situación está la Argentina en derechos humanos", cuestionó la referente de Madres de Plaza de Mayo. 

Y agregó: "¿Qué pretende este individuo genocida que tiene perpetua más perpetua? ¿Lo hace porque cree que puede lograrlo? El repudio es total por parte de todos los organismos". 

Por otra parte, la presidenta de Abuelas Estela de Carlotto manifestó que "la Justicia en nuestro país está funcionando tan mal que él aprovechó el momento para pedir esto". 

A pesar de todo esto, cabe señalar que el propio ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo, descartó esa solicitud a través de las redes sociales: "La solicitud fue rechazada", expresó y contó que "en 2017 tomamos la decisión de exonerar a Miguel Etchecolatz. En el ministerio recibimos su solicitud y ya fue rechazada". 

En el largo prontuario de Etchecolatz figura que es el principal investigado por la segunda desaparición forzada de Jorge Julio López. En 1986, en el segundo y último proceso antes de las leyes de impunidad, recibió 23 años de prisión en la Causa Camps. En 2004, mientras se reabrían las causas penales, recibió siete años de prisión por la apropiación ilegal de una hija de desaparecidos. Dos años después recibió su primera condena a reclusión perpetua, en el juicio en el que testimonió López. En 2012 recibió una segunda condena a perpetua tras el megajuicio Circuito Camps; en 2014 la tercera, por un doble homicidio en la causa “La Cacha”; y el año pasado una pena de 25 años de prisión por el secuestro y las torturas a una pareja desaparecida. 

A fines de diciembre del año pasado Etchecolatz consiguió el beneficio de la prisión domiciliaria y pasó el verano en su casa del Bosque Peralta Ramos en Mar del Plata. Su arresto domiciliario derivó en escraches y repudios de organismos y de vecinos. Finalmente, en marzo la Cámara de Casación Penal revocó el arresto domiciliario y ordenó su retorno a la cárcel.