Un informe realizado en conjunto por la Federación Económica de la Provincia de Buenos Aires (FEBA) y la Asociación de Industriales de la Provincia de Buenos Aires (ADIBA), arrojó que de mayo de 2017 al mismo mes de 2018, se registró un fuerte descenso en los sectores textil 8,6%; químico 6,4%; metalmecánica 4,6%; refinación de petróleo 3,9%; y alimentos y bebidas 1,9%. Además, que el 84% de los empresarios no esperan mejoras para el segundo semestre.

Desde la FEBA vienen manifestando su preocupación por la caída de la actividad y ahora junto a la ADIBA realizaron una investigación para determinar los detalles de cada sector. A partir de la misma, se determinó que en mayo de 2018 la industria nacional retrocedió un 1,2% en términos interanuales, cortando una racha de 12 meses de crecimiento.

La industria bonaerense promedió en los primeros cinco meses del año un crecimiento del 4% al caer un 0,03% en el mes de mayo respecto de igual período del 2017. Con estos números, en el escrito consideraron que "el contexto venidero ofrece un escenario de estancamiento de la economía explicado por el constante deterioro de la demanda por caída de salario real y ajuste en materia fiscal".

El presidente de la FEBA, Camilo Alberto Kahale, explicó en función del informe que "las perspectivas de ventas de las empresas para el segundo semestre del año arrojan un 84% de empresarios que no esperan mejoras": un 46% consideró que no van a variar y un 38% que disminuirán

El titular de la Federación remarcó que "la difícil situación de las ramas industriales mano de obra intensiva profundizan el deterioro en las perspectivas de empleo del sector" ya que el 51% de las industrias no prevén aumentar su dotación de personal y el 40% considera reducirla. Por eso afirmó que "es preocupante la situación, la Provincia ya está sintiendo el desempleo, el estancamiento de la actividad industrial también afecta a las Pymes".

En esa línea aseveró que "si no hay dinero, no hay consumo y si la gente no consume bajan las ventas y se paraliza la actividad afectando de lleno a los medianos y pequeños empresarios y comerciantes".

El presidente de ADIBA, Silvio Zurzolo, recalcó que el estancamiento es "causado principalmente por una demanda local que continúa deprimida por la caída del salario
real, a lo que se le sumará hasta fin de año el ajuste fiscal derivado del acuerdo con el FMI". Con este panorama, describió: "la actividad industrial seguirá sufriendo presiones de costos y enfrentando mercados locales cada vez más reducidos, al tiempo que los mercados de exportación incrementan su competitividad".

El informe además arrojó que hubo un fuerte descenso en varios sectores empresariales entre mayo de 2017 y el mismo mes del 2018. El textil tuvo una caída del 8,6%; el químico de 6,4%; el metalmecánico 4,6%; la refinación de petróleo decayó un 3,9%; y los alimentos y bebidas 1,9% que es lo que mayor preocupación generó en la ADIBA.

Tanto Kahale como Zurzolo sostuvieron que la única forma de salir de esta situación es trabajando de manera mancomunada entre empresarios, sindicatos, Gobierno y oposición para buscar de una solución a corto plazo para los sectores más comprometidos y "pensando en un plan estructural a largo plazo para la reactivación de la economía, sin asfixiar a los sectores productivos del país".