Esta semana apareció una nueva mesa política de Juntos por el Cambio (JxC) en la provincia de Buenos Aires: el Grupo “Dorrego”. Este espacio pretende tener una voz propia que influya en las listas de 2021 y 2023 y participar de las decisiones que definan el rumbo político de JxC, especialmente en territorio bonaerense. La componen los intendentes Julio Garro (La Plata), Jorge Macri (Vicente López), Néstor Grindetti (Lanús) y Diego Valenzuela (Tres de Febrero). Todos le atribuyen la definición del nombre al intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela, quien sostiene en diálogo con Diagonales que el revolucionario fusilado por Lavalle “nos convoca a la reflexión porque era federalista, bonaerense y fue asesinado por los unitarios”.

Se define como un emergente en la nueva política y a la hora de ubicarse en el escenario político se respalda a nivel nacional en Horacio Rodríguez Larreta y a nivel provincial en María Eugenia Vidal. Al ex presidente Mauricio Macri lo nombra poco y nada. A lo largo de la charla con Diagonales repite dos movimientos sumamente eficaces que dan cuenta de su pragmatismo y visión política. Por un lado, se apoya en los principales intendentes del PRO y en la necesidad de ser escuchados por el resto de JxC: Néstor Grindetti, Julio Garro y Jorge Macri, en ese mismo orden. Hace mucho hincapié en reconocer las demandas de la ciudadanía y de mostrar preocupación por la buena gestión. Sin embargo, por otro lado se posiciona a nivel provincial y nacional en dos figuras fundamentales del Frente de Todos (FdT): Sergio Massa y Sergio Berni. Tal vez, esta sea una nueva estrategia de cara al próximo escenario electoral, que le permita dar visibilidad y legitimidad a un espacio de centro, “superador” y “renovado”, como le gusta remarcar.

¿Quiénes conforman el grupo “Dorrego” y qué se propone?

-Somos intendentes, ex intendentes, legisladores bonaerenses y dirigentes de Juntos por el Cambio que estamos preocupados porque la provincia no está nada bien. Queremos construir una mirada conjunta sobre lo que viene, y aportar desde la provinciaal armado nacional. Por supuesto, aprovechando todas las miradas de los distintos dirigentes, que conocemos lo que es el territorio. Cuando los intendentes conversamos, aparece el protagonismo lógico de la gestión, con una tarea cotidiana con la comunidad, no testimonial. No tenemos una tarea de opinión simplemente, sino de trabajar con la gente, con un presupuesto. Además de los intendentes con los que venimos trabajando juntos: Néstor Grindetti (Lanús), Julio Garro (La Plata) y Jorge Macri (Vicente López), este espacio tiene un muy buen diálogo con los intendentes radicales, que por cierto yo me llevo muy bien, Miguel Ángel Fernández es el Intendente Municipal del distrito de Trenque Lauquen; Víctor Reinaldo Aiola, Intendente Municipal del Partido de Chacabuco; Roberto Maximiliano Suescun, de Rauch. Y después también con el intendente Joaquín de la Torre de San Miguel y los sectores peronistas. Se fue armando un grupo de discusión que queremos ser protagonistas en el armado futuro de la provincia. Con María Eugenia, con Horacio Rodríguez Larreta, pero desde la Provincia de Buenos Aires.

El eslogan “Un proyecto desde la provincia y para la provincia”, ¿es un mensaje defensivo dentro de Juntos por el Cambio?

-No lo creo. El grupo Dorrego es un espacio propositivo con visión de futuro. Si a veces se utiliza a la provincia como un padrón electoral, que posee una representatividad injusta y débil en la Cámara de Diputados de la Nación, es necesario repensar cómo la provincia se ve perjudicada. En recursos económico hoy tenemos 22% de la coparticipación, y antes teníamos 18%, cuando en realidad aportamos el 38%. Entonces, ¿cómo empezamos a recuperar los recursos de la provincia? Ésto se lo dije al gobernador Axel Kicillof. Hagamos una provincia que no tenga una división partidaria: un gobernador y 135 municipios trabajando conjuntamente. En lo partidario queremos tener una voz propia, desde los intendentes de la provincia. Esto no significa tener la única, ni tampoco significa que no interactuemos con un montón de otra gente que quiera venir a sumarse al trabajo. Siempre y cuando comparta los mismos valores. El grupo Dorrego se propone eso, nada más.

Algunas voces de Juntos por el Cambio hablan de autocrítica y de incorporar nuevas voces. ¿Qué pensás de la necesidad de hacer una autocrítica de la gestión provincial y nacional?

-Creo que la autocrítica es necesaria para ser mejores. No hay que quedarse solo ahí, pero sin autocrítica es muy difícil hacer una propuesta superadora y renovada. Tenemos que hacer una propuesta mejor que incluya un grado de autocrítica. No podemos pensar que perdimos en el 2019 porque se equivocó la gente. En lo productivo no estuvimos a la altura de lo que es esa compleja trama entre la industria, el empleo, la Pyme, la ciencia y la tecnología. Este es un punto central en lo nacional y en lo provincial también. Se hicieron muchas cosas buenas, pero durante un tiempo no tuvimos Ministerio de la Producción. Son cosas de las que tenemos que aprender, y lo peor que se puede hacer es enojarse. Yo quiero aportar ideas frescas, y también valorar lo que se logró. Macri abrió un espacio político desde la ciudad que llegó a nivel nacional y en 2015 llegué a ser intendente de Tres de Febrero como expresión de ese cambio político.

¿Cree que es posible incorporar nuevos espacios que estén por fuera?

Definitivamente tenemos que ser más diversos, aunque hoy en día por suerte se ha hecho cada vez más plural Juntos por el Cambio. Y además, en términos de liderazgo también es cierto que al no haber un organigrama que te ordena, hoy Juntos por el Cambio funciona más como un coro que bajo un único liderazgo. Creo que es importante mantener la diversidad, la pluralidad y los aportes múltiples de personas que no vienen de la política tradicional.

 Usted conoce a Emilio Monzó de su paso por la Ciudad. Figuras como las de él y las de Rogelio Frigerio, ¿pueden volver a ser parte de este coro?

-Ambas son figuras muy valiosas y hoy sí son parte de este coro, porque así lo han decidido en el ámbito nacional. Me considero muy cercano a Emilio en lo personal y también sobre su visión política. Sin embargo, hoy Emilio y su grupo no están dentro del bloque de Juntos por el Cambio en la Provincia de Buenos Aires. Entonces, ahí sí hay cuestiones que tenemos que conversar. Por supuesto, si es que Emilio quiere aportar en la provincia, pero desde Juntos por el Cambio.

Hace poco dijo que quiere ser candidato a Gobernador en 2023. ¿Qué opinás de su pronto lanzamiento?

-Hay mucha gente que quiere aspirar y me parece muy bien que él lo haga. Pero también sería importante que podamos sentarnos en una mesa, los intendentes, los legisladores, María Eugenia, y poder entre todos generar acuerdos para trabajar en conjunto. Eso es lo que creo que falta a nivel provincial. Más allá que las candidaturas es un tema para más adelante, JxC tiene referencias muy interesantes en la provincia. Legisladores que podrían participar en candidaturas, intendentes, dirigentes del peronismo y el radicalismo. También tenemos a Joaquín de la Torre, Maximiliano Abad, Cristian Ritondo, o cualquiera de los intendentes que forman parte del grupo Dorrego. Hoy Juntos por el Cambio tiene la posibilidad de darle a los bonaerenses una propuesta mejor y renovada.

Esta semana el jefe de Gabinete Santiago Cafiero se refirió a la oposición de hacer “terraplanismo político”, ¿cómo tomaste sus dichos?  

-Me parece que Juntos por el Cambio es más que una minoría intensa. Si vamos a hablar en esos términos, creo que ambos espacios tienen minorías intensas. Partes fanáticas que no escuchan a la otra parte. Vaya que lo tiene el Frente de Todos. Además, creo que hoy el país tiene un dilema porque hay un problema de gestión en la Argentina. Producto de que en algunos temas, en el Frente de Todos (FdT) hay visiones muy contrarias, y cuando sos gestión eso contamina, dificulta y perjudica a los ciudadanos y ciudadanas. Por ejemplo, en seguridad, los conflictos Nación-Provincia son muy claros; o lo que acabamos de presenciar con el tema Venezuela y la renuncia de Alicia Castro, que estaba designada para ser embajadora en Rusia. Eso desautoriza la mirada internacional del Presidente Alberto Fernández. Todo esto denota que los extremos y las posiciones radicalizadas, están muy presentes en el FdT. Y yo lo que prefiero es buscar acuerdos estratégicos sobre algunas políticas de Estado, y tratar de evitar que nos gobiernen los extremos. Uno a veces escucha la palabra del presidente de la Cámara de Diputados de la Nación Sergio Massa, y su opinión en muchos temas se parecen a los mismos planteos que hace JxC. Y en ese sentido, sería muy importante que al Presidente se lo respalde por la institucionalidad, pero también con políticas que nos permitan trabajar en los tres niveles.

Esta semana, junto a otros intendentes de JxC, propusiste comprar pistolas Taser. ¿Es la forma de responder a los hechos de inseguridad?

-La propuesta la hizo el intendente de Lanús Néstor Grindetti, y varios intendentes como yo lo acompañamos. Las pistolas Taser nos parecen una herramienta válida usada en muchos países del mundo que ayuda a la disuasión en un montón de situaciones en las que usar el arma de fuego sería excesivo. Por ejemplo, una situación de violencia en un barrio en la que un grupo empieza a agredir a la policía; un hecho de violencia arriba de un colectivo; o una situación de violencia e género de una persona que responde con arma blanca. Realmente, creo que me parece de sentido común, y que incluso el mismo ministro de Seguridad Sergio Berni dice que son imprescindibles.