A horas de cumplirse 1 año de la desaparición de Santiago Maldonado, tras el violento operativo de Gendarmería, que condujo de Pablo Noceti contra comunidad de Cushamen (Esquel), una nueva pericia puso en duda el relato oficial sobre la muerte del joven tatuador de 25 de Mayo.

La abogada de la familia, Verónica Heredia, pidió ayer al juez federal Gustavo Lleral que cite a declarar como testigo al perito criminalístico Enrique Prueger, quien hace tan sólo una semana dio a conocer los resultados de un nuevo peritaje que concluyó que el cuerpo de Santiago “fue plantado” y que no pudo haber estado sumergido 53 días.

El 24 de noviembre del año pasado, el informe de la autopsia que firmaron 28 profesionales había establecido que el cuerpo estuvo en el río Chubut entre 53 y 73 días, y que no había señales de que hubiera sido movido. Sin embargo, el estudio elaborado por el perito Prueger puso en cuestión tales conclusiones y volvió a abrir la puerta a la hipótesis de que haya sido plantado.

El perito afirmó a Página 12 que Santiago no estuvo 78 días sumergido donde lo encontraron, que fue “plantado por alguien desde unas horas antes a unos diez días previos a su aparición”, y abrió dos posibilidades, que calificó de terrible y siniestra: “Santiago murió ahogado y su cuerpo fue escondido en algún lugar antes de ser arrojado al río para que se lo descubriera, o fue apresado, escondido –si había sido golpeado tal vez para esperar que sus golpes desaparecieran– y luego ahogado y colocado en ese lugar”.

Santiago no estuvo 78 días sumergido donde lo encontraron, fue “plantado por alguien desde unas horas antes a unos diez días previos a su aparición”

Según expresó Prueger, entre los informes oficiales que existen “dos errores”. Por un lado, “se ignora” el trabajo realizado por una bióloga que “describe que hay polen en los pantalones, y que dicho polen desaparece en indumentos con más de 30 días en el agua”. Y por otro lado, se cuestiona que los peritos oficiales analizaron el nivel de descomposición del cuerpo considerando las temperaturas más bajas registradas en el Río Chubut (3.2° y 3.9°), debiendo haber utilizado el valor promedio, que es de 6,27 grados.

Sobre la presencia de polen en la ropa de Santiago, Leticia Povilauskas, licenciada en Geología y Palinología de la UNLP, analizó las prendas de Maldonado y, según consta en el informe de la autopsia, se hallaron granos de polen pertenecientes a Cupresaseae, coníferas de zonas boscosas de la Patagonia.

Povilauskas concluyó como “muy importante” que “bajo ningún punto de vista los granos de polen encontrados pueden permanecer adheridos a las prendas citadas, sumergidas en el lugar del hecho por un período de tiempo prolongado, teniendo en cuenta la mínima velocidad que pueda tener la corriente de flujo en el del río, la energía presente en el medio acuático y la cantidad de oxígeno removido en el lecho. Estas condiciones hacen que el polen se desprenda fácilmente de las ropas”.

"Hay polen en los pantalones, y dicho polen desaparece en indumentos con más de 30 días en el agua"

En relación a la temperatura del agua y el estado de descomposición del cuerpo de Santiago, Prueger afirmó que “no se tomó la temperatura promedio del agua en el período entre que desaparece y aparece Maldonado; los peritos utilizaron los valores más bajos (3.2° y 3.9°) debiendo haber utilizado el valor promedio, que es de 6,27°, de acuerdo con los registros oficiales. Esto modifica la interpretación de las tablas utilizadas (REH y Madea), que hubiera arrojado un cadáver con cabellos y epidermis desprendidos, uñas sueltas, piel macerada e hinchazón, entre los días 10 a 16”.

Y señaló que introdujeron “un kilogramo de carne en el agua para verificar la degradación semana a semana, con peso y fotografías, por el accionar de la fauna ictícola y carroñera que, según la autopsia, hay en ese lugar. En 40 días, se redujo casi a la mitad producto de peces depredadores y alimañas”. Si bien el cuerpo de Santiago presentaba signos de haber sido mordido, son insignificantes comparados con la pérdida de masa que presentan las fotos del experimento. “En las ciencias fácticas no existen estudios complementarios sino verificatorios, y esos estudios en este caso echan por tierra las conclusiones del dictamen”, dijo tajante.

La abogada Heredia afirmó que las dudas planteadas por el perito Prueger están en sintonía con los cuestionamientos que viene realizando la familia planteando desde que se conocieron los resultados de la autopsia. Estas se plasmaron en pedidos a la Justicia para ampliar determinados puntos de los peritajes, para establecer el modo en que murió, cuándo sucedió y en qué circunstancias. Al no obtener respuesta, Heredia acudió a la Corte Suprema, donde insistió en que los interrogantes pendientes deben ser abordados por un equipo de expertos que sea independiente de los poderes del Estado.