Un nuevo cruce se generó entre los gobierno de Nación y CABA en torno al discutido regreso de las clases presenciales. En las últimas horas, el titular de la cartera de Educación de la Nación, Nicolás Trotta, dejó un fuerte mensaje para la administración de Horacio Rodríguez Larreta sobre la fecha de retorno a las aulas.

Si bien el ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, reafirmó la intención de retomar las clases presenciales el día 17 de febrero, desde Casa Rosada sostuvieron que la mayoría de las provincias han coincidido en aguardar hasta marzo. “Nosotros lo hemos conversado y todas las provincias están planteando el reinicio en el mes de marzo, a diferencia de la Ciudad de Buenos Aires”, dijo el ministro Trotta.

El funcionario de Nación fue a fondo, apuntó al gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y expresó: “Creemos que es una equivocación de Horacio Rodríguez Larreta no conversar con la provincia de Buenos Aires en cuanto a establecer una fecha común, o al menos intentar un diálogo. Un Gobierno que siempre dice que es importante dialogar, en el caso del campo educativo se ha caracterizado por su falta de voluntad de articulación conjunta”.

Cabe señalar que esta disputa entre Casa Rosada y la administración de CABA llega en un momento de suma delicadeza política, en especial desde las declaraciones proferidas por la ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, quien fue señalada por discriminar a la comunidad docente.

En ese sentido, Acuña volvió a reafirmar el sentido de sus controversiales palabras y ratificó sus posturas. “Respecto a mi declaraciones, ya se los dije a todos los docentes, estoy convencida que la mayoría entendemos la escuela como un lugar donde se debe enseñar a pensar y no qué pensar. Vamos a trabajar para que el aula no sea un lugar de militancia”, expresó Acuña en recientes declaraciones a la prensa.

Las fricciones entre la gestión de Alberto Fernández y Rodríguez Larreta vuelve a tener a la educación como uno de sus principales territorios de disputa, luego de un 2020 donde se mantuvo una relativa “unidad nacional” entre ambos gobiernos, en pos de la lucha contra la pandemia de COVID19.