El presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Sergio Massa, dejó varias definiciones en las entrevistas que ofreció anoche tanto a la señal TN como C5N. El tigrense dejó una serie de definiciones que fueron desde su labor parlamentaria, la economía, la situación de los jubilados hasta el aumento del delito.

En este último punto, Massa habló de la inseguridad y envió un fuerte guiño a los años de gestión del kirchnerismo y al ala progresista del peronismo que hoy integra el Frente de Todos. “La inseguridad es una realidad y no una sensación”, dijo el referente del Frente Renovador en referencia a la frase que supo acuñar en sus años de mandato presidencial, Cristina Fernández de Kirchner, sobre el delito.

En esa misma línea, Massa salió a diferenciarse de la actitud adoptada por la ministra de Seguridad de la Nación, Sabina Frederic, quien en recientes intervenciones buscó adjudicarle a los medios de comunicación la intención de “generar miedo” en la gente.

Tenemos que trabajar para atacar el delito. Así como frente a la pandemia, la mayoría de los argentinos tuvo que quedarse en casa para evitar contagiarse y el Estado puso recursos para compensar su situación, la decisión del Gobierno es poner toda la energía y los recursos para darle combate a la inseguridad”, dijo Massa en diálogo con TN y agregó: “Pero tenemos la necesidad de que la Justicia acompañe, porque si la Policía captura, pero la Justicia libera, el esfuerzo que hay es saco roto”.

El tigrense fue a fondo y remarcó: “Tenemos que entender que seguridad debe ser abordado como política de estado con tres temas de la mano: fuerzas de seguridad más profesionales, tecnología en la lucha contra el delito y un sistema judicial que no libere, porque si la policía detiene y la justicia libera termina pasando que la puerta giratoria termina siendo un símbolo de impunidad”.

A comienzos de la cuarentena, el aislamiento estricto había logrado un descenso notable de la inseguridad callejera. Las declaraciones de Sergio Massa llegan en un momento donde los efectos económicos y sociales de la pandemia de COVID19 comienzan a hacerse sentir en los territorios más vulnerables del AMBA y, poco a poco, el delito empieza a hacerse más visible.