En un contexto de fuertes presiones desde el sector de las Pymes por la recesión económica, Mauricio Macri anunció que reduciría las cargas impositivas a las patronales de unas 20.000 empresas regionales. La iniciativa busca estimular las economías regionales.

Según anunció el Presidente, las empresas no pagarán impuesto al trabajo por cada empleado que cobre hasta $17.500 y, en el caso de quien cobre más, deberán aportar sólo por la diferencia.

“Es un paso más para seguir normalizando a la Argentina, para seguir construyendo un Estado que promueve el trabajo de calidad y no que le pone trabas con impuestos y cargas. Con cada productor que crece, crece la Argentina”, dijo Macri durante el anuncio de la medida.

El aporte patronal es de $7.300, con lo que el nuevo esquema representa un aumento del 132%, lo que alivia a los productores. Este había sido un pedido de CAME (Cámara Argentina de la Mediana Empresa), la SRA (Sociedad Rural), FFA (Federación Agraria Argentina), CRA (Confederaciones Rurales Argentinas) y Coninagro en abril del 2018. Por aquel entonces, habían solicitado un aumento a $12.000.

Si bien la medida puede alivianar el peso de las empresas regionales, también debilita los ingresos en las arcas de ANSES, que ya no contarán con buena parte de los aportes patronales por el impuesto al trabajo.