En 1993, cuando todavía era un médico, investigador y empresario pujante, muy lejos de aspirar a un cargo como el que ocupó de la mano de Mauricio Macri al frente del Ministerio (más tarde, Secretaría) de Salud, Adolfo Rubinstein se asoció nada menos que a Eduardo Daniel Epstein, dueño de varios laboratorios de renombre, para la fundación de la empresa “Gestión Médica SA”, que abandonó años más tarde. Ese pasado y esos vínculos personales con uno de los sectores más poderosos de la industria lo persigue hasta hoy: afronta una denuncia penal por haber pagado sobreprecios superiores a los 57 millones de pesos a laboratorios, a través de distintas contrataciones entre 2018 y 2019, que subieron su valor de forma escandalosa con la excusa de la devaluación y la crisis económica.

La denuncia la impulsó nada menos que el actual ministro, Ginés González García. A través de la resolución 1090 publicada en el Boletín Oficial, instruyó a la Dirección de Asuntos Judiciales a su cargo a iniciarle acciones legales a Rubinstein, lo que terminó por confirmarse recientemente. La denuncia recayó en el Juzgado Criminal y Correccional Federal 1 y las acusaciones sobre Rubinstein son por "defraudación por administración fraudulenta, defraudación contra la administración pública y abuso de autoridad y violación del deber de funcionario público".

Rubinstein deberá dar explicaciones sobre cómo fue posible que la firma Novartis Argentina S.A tuviera un incremento de 17.376.190 de pesos en agosto de 2019 (antes de la devaluación post PASO), por sobre los $42.679.531 que le fueran adjudicados a fines de 2017. Lo mismo respecto del aumento proporcional del que resultó beneficiado el laboratorio Dr. Lazar & CIA. S.A.Q.e, por la compra de anticonceptivos, de 37,1 millones de pesos adicionales a los $116,7 millones adjudicados en 2018.

Además, deberá justificar cómo fue posible que otro de los laboratorios con contrato, Klonal SRL, también se benefició con una “renegociación” de 36 millones de pesos sobre los 58 presupuestados en un principio.

 “La denuncia es una salvajada y una chicana”, se defendió en su momento del ex ministro, quien se excusó en la corrida cambiara que fomentó el gobierno del que fue parte y en la crisis económica desatada por su jefe político de aquél entonces para justiciar los sobreprecios, tal como lo hizo en su momento en las resoluciones que firmó ampliando y actualizando los contratos con los laboratorios.

Pero la denuncia que presentó la gestión actual explica claramente que, si bien esos contratos deberían haber sido actualizados –como buena parte de las adquisiciones del Estado en ese entonces– pero que Rubinstein lo hizo muy por encima de la inflación y de los guarismos de la devaluación, beneficiando por demás a esas empresas.

 Los valores de la “renegociación”, de acuerdo a la documentación presentada por las actuales autoridades de Salud, fueron del 38 por ciento en el primer caso, de Novartis Argentina, del 20 por ciento en el caso del laboratorio Lazar y del 40 en el caso de KLONAL. "El carácter de la renegociación aprobada no sólo infringe la normativa aplicable en la materia, sino que además constituye una violación a los principios generales a los que deben ajustarse las contrataciones de la Administración Nacional", dice la presentación.

Según la denuncia, Rubinstein habría violado el artículo 96 del Decreto Nº 1030/2016, que establece ciertos pasos y normas claras a la hora de renegociar contratos. El ex ministro habría tomado sin más la exigencia de los laboratorios, que exigían un aumento y habían fijado ellos mismos un nuevo precio, sin que el Estado hubiera investigado correctamente el asunto. “El análisis de tal cuestión fundamental y determinante fue omitido a lo largo de la totalidad de la tramitación que culminó en la aprobación de la renegociación de los precios oportunamente adjudicados, a la que se dio curso solo con la presentación de la referida firma, sin exigírsele documentación respaldatoria alguna y considerando la evolución de variables durante los 9 meses anteriores al perfeccionamiento del contrato”, dice la resolución, lapidaria.

Lo que por ahora quedó afuera de la denuncia oficial, pero que la justicia deberá investigar, es el vínculo de Rubinstein con el dueño del Laboratorio LKM SA, que logró licitaciones por $4.164.000 en 2018, y cuyo directorio es presidido por el ex socio del ex secretario, el Dr. Eduardo Daniel Epstein.