El jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, señaló que es clave mantener un diálogo con aquellos con los que no se comparten ideas para lograr transformaciones en el país. "Se necesitan más agallas para dialogar con quien piensa distinto que para tirar piedras", lanzó el dirigente de Juntos por el Cambio que ya se ve en un escenario de ballotage en la elección presidencial de 2023. 

Fue en la Cena Anual de la Fundación Libertad que se llevó a cabo en Parque Norte, en la Ciudad de Buenos Aires, donde disertó ante distintas personalidades del mundo político y empresarial.

"El próximo gobierno de la Argentina tiene que ser sí o sí un gobierno de coalición. La legitimidad que surge de una elección ganada con el 50% + 1 de los votos ya demostró no ser suficiente para impulsar las transformaciones que necesita nuestro país", consideró Larreta.

Y agregó que "sin apoyo político, no hay transformación posible ni sostenible".

Larreta remarcó que generar las condiciones necesarias para llevar a cabo una gestión de ese tipo, en el escenario actual, está entre sus prioridades. "Tenemos la responsabilidad de generar un consenso amplio y sostenible para apoyar un modelo de desarrollo que nos dé crecimiento y progreso por varios gobiernos, incluso con alternancia de signos políticos", expresó.

"Nunca logramos sostener un plan en el tiempo porque lo único que se sostiene en el país es la confrontación política", consideró el alcalde porteño. 

A pesar de su postura, dejó en claro que hay dos espacios con los que "nunca se pondría de acuerdo: el kirchnerismo y la izquierda. Pero no le cerró las puertas a "negociar" a todo aquel que quiera incorporarse a su fuerza, con vistas a una eventual segunda vuelta en las próximas elecciones presidenciales.

"A partir de la primera vuelta, se pueden sumar voluntades para el balotaje. Y una vez ganada, hay que sumar a los que coincidan con nuestra visión de país y hay que integrarlos al Gobierno. Hay que negociar, ceder poder para poder hacer"pide, manifestó.

En paralelo, aclaró que esos hipotéticos tratos no pueden incluir nunca un intercambio de gentilezas. “Esto no puede ser una transacción, no se puede cambiar dos leyes por tres cargos, o que un gobernador apoye una ley por un puente; no se trata de juntar dirigentes de manera circunstancial”, advirtió.

“Se trata de construir un mandato social que una mayoría amplia del sistema político pueda expresar. Es algo probado que funcionó en muchos países. Además del típico ejemplo del Pacto de la Moncloa, también funcionó en Alemania, Israel y Chile”, enumeró el alcalde porteño.

En este contexto, explicó qué papel debe jugar Juntos por el Cambio “para encarar las transformaciones y lograr sostenerlas en el tiempo”. Dijo que su fuerza “tiene la doble responsabilidad de fortalecer la unidad, acordar un plan de desarrollo, y trabajar muy unidos y hablándole siempre a la sociedad con la verdad”.

El objetivo de esa estrategia, explicó, sería adquirir “legitimidad y mandato social para encarar las transformaciones y lograr sostenerlas en el tiempo”. Y agregó: “Porque el cambio, si no se sostiene en el tiempo, más que cambio es una anécdota”.