El jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, rechazó la posibilidad de sentarse a dialogar con el oficialismo para tratar de acordar puntos en común y terminar con la grieta. 

Larreta volvió a cuestionar el llamado al diálogo que el oficialismo hizo trascender a través del presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, y remarcó que esas interferencias en las conversaciones se deben a diferencias en diversas temáticas. “Con gente que cree que controlando los precios con militantes va a bajar la inflación, que piensa que no hay problemas de derechos humanos en Nicaragua, Venezuela o Cuba, o que no hay que ayudar a Río Negro en un problema de inseguridad no veo ninguna posibilidad de ponernos de acuerdo", lanzó el alcalde porteño en diálogo con LN+.

El jefe comunal remarcó que desde el Frente de Todos se llamó públicamente a acordar puntos en común y bajarle la temperatura al enfrentamiento político pero se reflejó lo contrario. “No han mostrado ninguna vocación de conversar de nada”, criticó. 

 "La semana pasada el ministro de Economía dijo que éramos anti-argentinos, y la candidata Tolosa Paz dijo que estábamos detrás de un golpe blando. Ahora, el presidente lo que único que hace es cuestionar a la oposición cada vez que agarra un micrófono, y lo mismo que la vicepresidenta”, cuestionó Larreta. 

El dirigente opositor habló de tener como objetivo "terminar con la grieta" de cara a las presidenciales del 2023 y apuntar a "la unidad nacional" mediante un país más federal, un discurso similar al que el presidente Alberto Fernández mencionó al comienzo de su gestión. 

Con su negación a dialogar con quienes hacen “apología del cierre de escuelas”, Larreta abrió una pequeña puerta a futuro. “Creo que, del otro lado, puede haber una mayoría de argentinos con la que podemos discutir cómo bajar la inflación y combatir la inseguridad”, concluyó.