El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, participó sorpresivamente a fines de la semana pasada de un encuentro vía Zoom de la Mesa Política de Juntos por el Cambio del partido de La Matanza, espacio que conduce el ex ministro de Educación y candidato a intendente Alejandro Finnochiaro. Y no se anduvo con chiquitas: “Vidal y yo no somos socios, porque las sociedades pueden romperse y nuestra relación no. Somos lo mismo”, fue una de las afirmaciones de alto calibre político que dejó en diálogo con dirigentes de la Provincia ávidos de conducción política en momentos en que la oposición rediscute liderazgos. Larreta habló en la intimidad de modo muy distinto a como suele hacerlo públicamente y se mostró decidido a conducir a la oposición rumbo a 2023, sobre el fin de una semana en la que fue desacreditado más de una vez, sobre todo cuando la presidenta del Pro, Patricia Bullrich, convocó a la movilización del 17A que él mismo había dicho que no era “partidaria”.

Ambas figuras, Vidal y Larreta, se atan a su principal fuente de energía para intentar conducir: diálogo y unidad. Y las encuestas los respaldan: un sondeo reciente de Management & Fit confirmó una vez más quiénes son los principales dirigentes de la oposición. Encabeza Larreta con 26.4%, le sigue Vidal con 13.1% y recién en tercer lugar aparece Mauricio Macri con el 10.3%. Bastante más atrás aparece Patricia Bullrich, con 8.9%, y Miguel Ángel Pichetto con 3.7%.

“La forma de pensar y de hacer política que tienen María Eugenia, Horacio, Emilio (Monzó) y Rogelio (Frigerio) no son las mismas que tienen Patricia (Bullrich), Waldo Wolf, Fernando Iglesias o Lilita Carrió”, le dijo a Diagonales un dirigente muy cercano a la ex gobernadora. La grieta con el ala dura no deja de agrandarse, pero aunque lleven a confrontarlos como cada vez que se convoca una marcha anticuarentena, la posición de ambos es no dar ninguna pista de ruptura.

Más bien, frente a cada intervención radicalizada, apuestan por quitarle relevancia. Provenga del PRO, o de los fundadores de Cambiemos -hoy aliados- Ernesto Sanz o Elisa Carrió. La ex gobernadora suele advertir que muchas de las disputas que aparecen son lógicas en un espacio que perdió la provincia de Buenos Aires y el Gobierno nacional, y considera que no es momento de exacerbar la polarización, ni las críticas al interior. “Necesitamos sumar voces”, repiten cerca de la ex gobernadora.

“En la provincia de Buenos Aires María Eugenia sigue siendo la líder, y para que el endeudamiento de la Provincia se apruebe, primero tuvo que pasar por ella. Eso te demuestra todo”, repiten.

“Hay que ampliar y sumar nuevas voces. No son tiempos de lineamientos sino de ser competitivos y volver a ganar en el 2023”, dicen cerca de Finocchiaro, organizador del Zoom, quien “cuenta con una excelente relación con Larreta”, según dijeron.

Desde el centro

El cálculo electoral rige las diferencias con el ala dura. No pasan por una simpatía mayor o menor con el peronismo. Por eso, se viene planteando que el perfil del espacio opositor debe ser dialoguista, empático, sin perder su posición crítica frente a las principales iniciativas de Alberto Fernández. Cuarentena estricta, Vicentín, Reforma judicial, y el último decreto que declara de interés público a la TV por cable, internet y telefonía móvil. En este razonamiento, aparecen algunas figuras importantes. Rogelio Frigerio es uno de ellos. La semana pasada sostuvo: “Estamos en un momento muy delicado de la Argentina, no estamos muy lejos del que se vayan todos”, y si bien sostuvo que en la oposición “hace falta una mesa sin cabeceras”, remarcó que hoy día la principal figura de la oposición es Horacio Rodríguez Larreta. Así, afirmó: “Larreta manifiesta la intención de liderar la oposición, y todavía Macri no lo ha hecho”. Una vez más, son pequeñas intervenciones que son gestos hacia el nuevo jefe de la oposición.

Los principales dirigentes de Juntos por el Cambio sostienen que “no es momento de definir un liderazgo”, sin embargo, por lo bajo se va tejiendo una estrategia política con final abierto, pero que encuentra a todos adentro de la misma olla. Nadie saca las patas de la fuente. Aparecen algunas tensiones y rumores: Lilita Carrió vuelve a la política -de dónde nunca se fue- y apunta a la provincia; Patricia Bullrich encabezando las listas a diputada nacional por la ciudad de Buenos Aires; Emilio Monzó está rearmando su estructura con vistas a la provincia de Buenos Aires, Diego Santilli quiere cruzar la General Paz, pero todos los caminos conducen a Larreta. Nada está por fuera de esa estrategia.