El presidente Alberto Fernández convocó al jefe de gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, y al gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof a una nueva reunión para analizar la continuidad del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio en el área metropolitana. A diferencia de otros encuentros, en este caso la relación entre la administración porteña y la nacional han llegado a niveles de suma tensión. Sin embargo, hubo una nueva foto de unidad, y acordaron cómo seguir con el aislamiento.

Luego del anuncio de Fernández sobre la transferencia de fondos de coparticipación de Capital Federal hacia Provincia, el jefe de Estado no se había vuelto a reunir con Larreta. A partir de las 18 horas, en la residencia de Olivos, volvieron a encontrarse en lo que fue un cónclave que duró más de dos horas. 

Como sucede hasta ahora, se espera que el nuevo anuncio de extensión del ASPO sea por el mínimo de dos semanas. Aunque es cierto, que tampoco descartaron la posibilidad de que sea por 21 días como la última vez. Con respecto a la modalidad para comunicar la decisión a la población, todavía no se ha determinado pero los tres mandatarios acuerdan en que no será mediante una conferencia de prensa.

En la Ciudad de Buenos Aires se espera que haya mayores aperturas, mientras que en la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof también acordó con el Presidente nuevas flexibilizaciones.

La reunión se dio en medio de un escenario de fuertes cruces entre el gobierno porteño y Casa Rosada. Después de la quita de un punto de la coparticipación, la Ciudad de Buenos Aires adelantó que no aceptará tan fácilmente la decisión del Gobierno y recurrirá a la Corte Suprema de Justicia.

Por otro lado, esta misma mañana el Poder Ejecutivo envió al Senado un proyecto de ley para fijar en 24.500 millones de pesos el gasto anual para las funciones de seguridad de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires; hecho que implicaría un nuevo ajuste sobre los fondos que Nación envía a la Capital Federal.

De aprobarse esta iniciativa legislativa, Larreta dejaría de recibir de forma automática los recursos para financiar los gastos de seguridad. En cambio, la administración porteña debería negociar el monto todos los años con el gobierno nacional.

A pesar de todos estos conflictos, la gestión de Fernández busca seguir trabajando de manera coordinada con el jefe porteño y el gobernador bonaerense para adminsitrar el aislamiento en el AMBA.  Por su parte, Larreta siempre adelantó, aún en medio de las tensiones, que de ser convocado por el Presidente asistiría a la reunión.