Alberto Fernández y Axel Kicillof asistieron al acto de reapertura de una planta automotriz de Pacheco, en la zona norte del conurbano bonaerense. En medio de discusiones sobre la liberación de actividades laborales en Argentina, ambos mandatarios se presentaron para brindar definiciones sobre el estado de situación sanitaria y laboral, y ratificar el rumbo de estricto mantenimiento de cuarentena.

El recorrido fue realizado junto a la titular de AySA, Malena Galmarini, funcionarios y directivos de la firma Volkswagen, que ahora retomará actividades de su planta en Pacheco, como parte de las aperturas laborales que el Gobierno intenta llevar adelante sin descuidar el delicado momento de emergencia sanitaria que se vive, con mayor gravedad, en el Gran Buenos Aires.

La normalidad no existe más, no se puede volver atrás. Es un sueño, una fantasía o un suicidio colectivo. El virus está circulando, no lo vemos, no lo podemos controlar. No sabemos cómo opera el contagio. Por eso, tenemos que mantener las medidas sanitarias. Por eso tenemos que reactivar el sistema productivo pero sin caer en excesos”, afirmó de manera tajante el gobernador Axel Kicillof, quien tomó la palabra para hacer un repaso del estado de situación sanitaria.

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Va a haber otra normalidad. Una que nos obliga a no abrazarnos, a no estrecharnos las manos, y a andar con barbijos hasta que se encuentra una vacuna. Es lo que me preocupa a mí, a Axel, a los gobernadores e intendentes”, señaló Alberto Fernández, en referencia al trabajo conjunto iniciado entre mandatarios de todos los estamentos del Estado y de todas partes del país.

“Tuvimos en cada gobernando, cada dirigente sindical, cada intendente, el líder necesario para remarcar a su gente la necesidad de cuidarse. Fue un trabajo social magnífico que hasta acá dio buenos resultados, pero estamos lejos de resolver el problema”, dijo Fernández y agregó: “No debemos dudar de lo que hacemos. Si queremos saber si esto está bien hay que ver los resultados. No fue la tarea de un gobierno, sino de toda la sociedad. Y también de los empresarios que ahora abren con los cuidados que esta nueva realidad exige. Esta es la inteligencia de la sociedad”.

Fernández aprovechó para lanzar críticas a “los tontos” que lo acusaron de haberse “enamorado del a cuarentena”. Asimismo, destacó el trabajo coordinado entre el sector empresarial y el sector sindical para diagramar los protocolos sanitarios y laborales necesarios para poder volver a reactivar las industrias.