Alberto Fernández llevó adelante una disertación sobre la situación económica argentina frente a integrantes de la sociedad financiera internacional, en el marco de un encuentro virtual diseñado por el Consejo de las Américas.

En ese contexto, el Presidente aseguró que la pandemia de coronavirus generó “un daño inmenso a la economía mundial” y afirmó que en diciembre de 2019 recibió “una Argentina endeudada y paralizada”.

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Asimismo, el mandatario nacional hizo referencia al proceso de reestructuración de la deuda externa y la negociación con los bonistas. Remarcó que el propósito de su gobierno es "sacar al país del default" y dijo que la persecución de esa meta se está haciendo "con seriedad y sin postergar a más gente" en un país que "tiene 40 por ciento de pobreza".

Sin embargo, agregó que Argentina no podía ofrecer más de lo que ya había hecho; "no es capricho, es sensatez", sentenció el Jefe de Estado y agregó que “el remedio para la pobreza son la inversión y el empleo, condiciones que Argentina puede generar", explicó.

“Argentina necesita desarrollarse de un modo más equilibrado, porque la concentración de la riqueza también es un problema”, opinó el mandatario.

A lo largo de su disertación, Fernández se refirió nuevamente a la necesidad de repensar un capitalismo que determina que "es es más importante el gerente financiero que el de producción", para buscar un sistema social y económico "más equilibrado y justo".

El Presidente argentino destacó la necesidad de inversión y destacó “las potencialidades que tiene el país en Vaca Muerta, la minería, la pesca y en agroindustria”, indicó.

Por otro lado, destacó la necesidad de "acumular reservas" a través de las exportaciones, con "una divisa competitiva" que garantice superávit comercial, a la vez que asumió que es preciso lograr el equilibrio fiscal para salir de la crisis que pandemia de coronavirus generó en la economía.