Luego de que los principales medios se hicieran eco de la aparición de los cuadernos originales -hasta el momento considerados quemados-, el fiscal Jorge Di Lello tomó una decisión contundente en el marco de la “causa cuadernos”, que ahora pone en jaque la maniobra judicial impulsada por Carlos Stornelli y Claudio Bonadio.

El fiscal emitió un dictamen donde busca sobreseer a los referentes de La Cámpora Máximo Kirchner, Andrés Larroque y Eduardo “Wado” De Pedro, además de cuestionar la construcción misma del caso, los testimonios de arrepentidos y la repentina aparición de los cuadernos originales, dados por extintos hasta hace días.

“En un Estado de Derecho, una investigación no puede llevarse a cabo bajo cualquier circunstancia, sino que tiene que desarrollarse de conformidad con las reglas procesales vigentes”, advierte Di Lello en su presentación judicial.

Entre los puntos críticos a la causa, Di Lello hace hincapié en la utilización de las fotocopias como evidencia. “Las indagatorias, procesamientos y posterior elevación a juicio basan la imputación en las fotocopias de 8 (ocho) cuadernos que, por el momento, no se sabe cuándo fueron confeccionados por su supuesto autor”.

Además, se explaya en que las acusaciones por coimas de parte de referentes del kirchnerismo como Máximo Kirchner, Larroque, José Ottavis, Julián Alvarez, los ex intendentes Ricardo Ivoskus (San Martín) y Enrique “Japonés” García (Vicente López) y el empresario Sergio Szpolski, fueron constituidas a través de declaraciones de las que no se posee registro material grabado. Di Lello dice que se deben anular sus indagatorias y también ser desligados este asunto.

El dictamen que pone en jaque la causa cuadernos aparece en un escenario más que particular, en plena previa de una elección nacional donde el macrismo buscó reforzar su campaña haciendo eje en la “lucha contra la corrupción”.