En un día de alto voltaje político, donde la Cámara de Diputados le quitó los fueros al ex Ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, quien fuera uno de los funcionarios de mayor peso del gobierno esquivó las cámaras de televisión y el show mediático, más parecido a un linchamiento y a un agrandamiento de la tan criticada "grieta".

El ex funcionario no tuvo su foto con casco y chaleco antibalas ni pasó entre los curiosos que lo esperaban para escracharlo en las inmediaciones del edificio de Avenida del Libertador en Palermo.

Mientras todos esperaban la salida por la puerta principal de su departamento o por la cochera, el funcionario habría negociado una salida si tanta exposición, como sí tuvieron José López, el Pata Medina y otros ex funcionarios del gobierno anterior.

Varias decenas de miembros Gendarmería había llegado a su departamento, incluso con un casco y un chaleco antibalas para detenerlo, pero los curiosos que cantaban en las vereda debieron esperar.

Se esperan avances para determinar cómo sigue la suerte del ex Ministro, acusado de desvío de fondos y fraude al Estado.