A horas de las elecciones generales, el presidente Mauricio Macri reunió a su gabinete para un asado informal, en la quinta de Olivos, donde realizó un balance, más que positivo, de la marcha del Sí Se Puede, con la que espera llegar a segunda vuelta.

La agenda del presidente de este viernes estuvo entre reuniones con su tropa, con información constante Hacienda y el Banco Central, sobre la escalada del dólar, un tema que a pesar de la inminente elección lo mantiene preocupado.

Previo al almuerzo, el jefe de Gabinete Marcos Peña lideró una reunión con sus asesores de comunicación, entre ellos el consultor Durán Barba, para ultimar detalles de cara al domingo. Ya confirmaron la cábala de cada elección: desayuno en el clásico Café Tortoni y después el presidente irá a votar.  

Según precisó Infobae, cuando finalizaba la reunión encabeza por Peña, Macri ingresó sin avisar y fue recibido con aplausos y felicitaciones por el gran cierre de campaña.  “Gracias por el trabajo, el mérito es de ustedes. En especial de Marcos”, dijo el Presidente al equipo de comunicación.

Más tarde, se dirigió al quincho, donde lo estaban esperando sus ministros, con la ausencia de Guillermo Dietrich y Oscar Aguad, con otros temas de agenda. Allí, no faltaron los elogios al cierre en Córdoba. El presidente en tanto, se mostró distendido y positivo. Ante los suyos aseguró que achicará la brecha con Alberto Fernández y llegará al balotaje.