El ex titular de Iecsa y primo del presidente Mauricio Macri, Ángelo Calcaterra, está bajo la lupa luego de declarar bajo la figura de arrepentido por el escándalo de los cuadernos de las coimas. Una vez más el empresario se victimizó y aseguró que ponía dinero para que "aflojaran la presión".

En una entrevista con el diario La Nación, Calcaterra contó que decidió acudir a la Justicia "porque cuando se llevaron a Javier (Sánchez Caballero) el miércoles, nosotros, la verdad, no teníamos la menor idea de esto que estaba pasando; no sabíamos de qué se trataba. El viernes me junté con mis abogados, Javier no salía y yo dije: 'No, muchachos, yo soy responsable de esto, me quiero presentar, hacerme cargo de la situación y que Javier salga de donde está'". Y aclaró que "estuvimos con los abogados trabajando en cómo iba a ser hasta la una o las dos de la mañana del viernes. Entonces decidí que sí o sí el lunes me iba a presentar. Yo no estaba en la causa ni mencionado. De ahí mi abogado habló con el fiscal, le dijo que queríamos presentarnos y, a partir de ahí, el sábado estuvimos trabajando"

"Tomada la decisión se lo comuniqué a mi familia, dentro de los cuales se lo informé a Mauricio (Macri), que también se sorprendió", señaló el empresario. 

Calcaterra se justificó por las coimas al señalar que "teníamos entre 3000 y 5000 personas trabajando y la verdad que es una presión muy grande". Y agregó: "Se critica mucho a los empresarios, pero a veces no es fácil y tampoco es como la cuentan. Se enfocan mucho en el sector de la construcción y fijate que esto fue un sistema del país, no de este sector. De los 20 detenidos tres son constructores, pero acá están con 'la obra pública, la obra pública'. Ahí empezó la presión y decidimos poner dinero para que aflojaran". 

Además aseguró que ponía ese dinero porque, por ejemplo, "hacía dos años que no me pagaban obras o había un montón de cuestiones administrativas que no se destrababan o era imprescindible que aprobaran las redeterminaciones, cuestiones técnicas que utilizaban a modo de presión".

"Te tenían que aprobar una redeterminación si no construías en 2013 con precios de 2006. No te alcanzaba ni para pagar los sueldos. No era algo específico, era como que te ibas hundiendo y bueno, ahí decidimos equivocadamente hacer estos pagos", describió Calcaterra y remarcó que los pedidos eran de Baratta y que los hacía "en persona" o de manera telefónica. 

Por último, dijo que el problema "fundamentalmente es político" y que "en 2003, arranca el gobierno anterior y Franco (Macri) es perseguido. Le sacaron el correo mal, porque había hecho realmente una inversión de US$300 millones, la pasamos muy mal. Ahora, cuando salió esto dije: '¿Sabés?, esto es verdad, punto, se acabó', y fui a la Justicia".