En medio de un paro por tiempo indeterminado de los gremios que nuclean a los docentes universitarios; de las exigencias por parte de los trabajadores de la educación bonaerense al gobierno de María Eugenia Vidal para que los convoquen a paritarias; y a días de la explosión de la Escuela de Moreno; Diagonales conversó con el ex ministro de Educación de la Nación durante el kirchnerismo, Alberto Sileoni, quien habló de esos temas e hizo un análisis del sistema educativo actual.

¿Qué evaluación haces del sistema educativo nacional y de la provincia de Buenos Aires?

-No hago una evaluación de personas, sino de ideas. Tengo la peor opinión sobre las ideas de quienes gobiernan este país desde diciembre del 2015 hasta ahora. Me separa un abismo en términos de cómo conciben a la sociedad; cómo ven el país; qué rol le adjudican al Estado; y cuál a la educación. Después de estos 32 meses de gestión ya no hay sorpresas: es un Gobierno que es muy amigo del capital, poco amigo del trabajo, y se ha encargado de denostar a los trabajadores desde el minuto cero de su gestión. El desconocimiento es posible, todos podemos desconocer algo pero esto es más que desconocimiento, esto es desdén, desprecio. Las afirmaciones que oportunamente tuvo la Gobernadora sobre que los pobres no acceden a la universidad pública, aparte  del dolor que causan, son falsas; una gran cantidad de estudiantes pertenecen a los quintiles más pobres y al 30% de la población más pobre de la Provincia.

"Tengo la peor opinión sobre las ideas de quienes gobiernan este país desde diciembre del 2015 hasta ahora"

¿Cuál es la gran diferencia en relación a las políticas educativas con su gestión?

-Veo desinversión. Nosotros no hemos llegado a todas las escuelas. No hago en contraposición una suerte de claro oscuro de que pasamos del paraíso al infierno. Nuestra gestión, construyó 3000 escuelas: 2000 terminadas y 1000 que inauguró el macrismo en este tiempo. Hemos llegado a 15 mil escuelas públicas de las 24 jurisdicciones con subsidios -en 2013, 2014 y 2015- que iban de $40.000 a $80.000 para refacciones menores, refacciones un poco más profundas, intervenciones directas a una gran cantidad de escuelas de todo el país. Hemos direccionado una parte de la inversión y del esfuerzo presupuestario a los municipios para acciones que tuvieran que ver con lo escolar. Podría profundizar también en programas que han desaparecido como el Conectar Igualdad, ¿se podría mejorar? Por supuesto que sí, pero hemos pasado de entregar 5.400.000 netbooks a algunos pocos celulares; no se ha distribuido ni un solo libro, nosotros lo hicimos con 92 millones. Quizás a algunos no les llegó, pero hubo un esfuerzo, era un Estado presente, un Estado que daba la cara. Hoy hay un Estado Nacional que está atrás de lo que quiere, desaparece para la atención de los sectores más pobres. 

"Hemos pasado de entregar 5.400.000 netbooks a algunos pocos celulares y no se ha distribuido ni un solo libro"

Una de las primeras medidas educativas del Gobierno de Cambiemos fue eliminar las paritarias Nacionales, ¿cuáles son las consecuencias?

-El dolor de lo que pasó en estos días con la escuela de Moreno, nos permite ejemplificarlo con mayor claridad. En las paritarias nacionales, lo que más trascendía en los medios era la cuestión del salario, pero también se discutía formación docente -de allí salió el Programa Nuestra Escuela que ahora está reestructurado y subejecutado- y coincidíamos con los gremios en la importancia de realizar planes de infraestructura. La paritaria, además, es un derecho, no solo de los gremios, sino de más de un millón de trabajadores. Por supuesto, también se discutían salarios, es 6 de agosto y todavía hay provincias que no han arreglado salarios, para eso servía la paritaria nacional. Los ocho años del Gobierno de Cristina Fernández, hemos tenido paritarias -todavía guardo las actas-, no dejo de recordar que en algunos no hemos llegado a un acuerdo salarial, pero nunca pensamos en eliminar la herramienta, el procedimiento. Los grandes medios nos criticaban cuando en marzo habían comenzado las clases y todavía algunas provincias estaban en conflicto. Soy docente universitario y todavía no hay arreglo en la paritaria, siguen ofreciendo el 15% cuando está todo dado para que la inflación cierre en 30% o más. Lo que hace unos meses se podía poner en el plano de lo opinable, hoy ya no es opinable, hoy son realidades objetivas.

"Los educadores son los trabajadores más denostados"

¿Cómo ves el vínculo entre el Gobierno y los docentes?

-Los educadores son los trabajadores más denostados. Les han dicho que son un palo en la rueda; la grasa que hay que acomodar; cuando se habla del sistema educativo se dice que está en crisis y sólo se refieren al sistema público. Dicen que los educadores no trabajan; que los gremios se dedican solamente a hacer paro; hablan de 'la maldición de caer en la escuela pública'; podría seguir largamente. En más de un millón de docentes que hay en el país puede haber, como en toda profesión, alguno que no está a la altura; pero aquellos que hemos tenido la oportunidad, el honor, el orgullo de recorrer las escuelas argentinas vemos esfuerzo. Hay 12 millones de alumnos y 10 millones de familias que eligen ir a la escuela pública, no es una maldición, es una elección. Lo que se pierde la Gobernadora por no tener otra actitud, si no tuviera el ojo ciego por su prejuicio de clase y pudiera ir a las universidades vería la realidad, muchachos y muchachas desde las 7 de la mañana que se esfuerzan, que trabajan. Y si fuera a las escuelas -cada vez va a poder ir menos- vería infinidades de educadores y educadoras haciendo mate cocido, como en Moreno, educando con pasión, cumpliendo con su deber más allá de la obligación.

La semana pasada explotó la cocina de la Escuela Primaria nº 49 por una fuga de gas, lo que provocó la muerte de dos trabajadores. Los gremios responsabilizan al Gobierno de María Eugenia Vidal; y el Ejecutivo dice que los sindicatos están haciendo un "uso político" de la situación. ¿Cuál es tu postura?

Es una vergüenza que digan eso. Si hay un Gobierno que ha usado políticamente lo que no debería ser utilizado, es este Gobierno de la alianza Cambiemos. No voy a hacer una defensa de los gremios porque ellos se defienden solos, pero claramente la razón está de su lado. Tienen además la constatación de una gran cantidad de actas y la solvencia moral de haber alertado a las autoridades reiteradas veces. Acá hay una cadena de responsabilidades que sin duda llega hasta las máximas autoridades de la Provincia. Forma parte de una desidia y de una malla mediática de protección e impunidad que, quiero pensar, está cediendo. Ya se ve que hay cosas que son desatinos. 

Sobre lo que dice el Gobierno tras lo ocurrido en la escuela de Moreno:"Es una vergüenza que digan que se hace un 'uso político'"

Frente a tantos problemas en la educación, ¿por dónde crees que se debería comenzar a repararlos?

Hay problemas que son actitudinales. No tengo expectativas de que el Gobierno lo haga. Va a seguir analizando en sus mediciones políticas vacías, cuánto rédito le da el camino que ha tomado y seguirá así, siendo igual a sí mismo. Creo que va a dejar un sistema educativo mal trecho, inequitativo. Va a ser muy difícil reconstruir el papel del Estado Nacional. El sistema educativo vuelve a ser un vidrio astillado, fragmentado. Se intentó generar un sistema más cohesionado pero esto se está perdiendo. Tiene que haber más inversión, más presencia, más vocación, más humildad. No creo que este Gobierno esté dispuesto a hacer ese tránsito. Si lo estuviera, bienvenido. No niego que las personas y los gobiernos puedan cambiar, no quiero ser soberbio en esto, pero no veo que lo vayan a hacer. 

"Va a ser muy difícil reconstruir el papel del Estado nacional. La educación vuelve a ser un vidrio astillado, fragmentado"