El armado de Cambiemos en San Martín muestra cada día nuevas fracturas. La ilusión de repetir el triunfo del 2017 es grande, aunque el panorama ganador depende tanto de la unidad del oficialismo, como de la atomización del peronismo opositor integrado por el peronismo filo kirchnerista y a los renovadores del clan Eslaiman.

El distrito que gobierna hoy Gabriel Katopodis tiene al menos tres candidatos de Cambiemos con intenciones de disputar la intendencia en 2019. Por un lado, el ex intendente y hoy diputado provincial por el oficialismo, Daniel Ivoskus; por el otro, el favorito de la Gobernadora, Santiago López Medrano; y en el medio, el macrista y relator de Boca, Daniel Mollo.

El primero en abandonar el barco de Cambiemos tras el triunfo en 2017, fue el ex intendente peronista Carlos ‘Tato’ Brown. El hombre que se sumó a Cambiemos de la mano del fallecido Momo Venegas, confirmó hace una semana su alejamiento del espacio y precisó que le gustaría “formar parte del peronismo federal”. “En un lugar donde no hay discusión de ninguna naturaleza, donde simplemente te notifican por Whatsapp de un timbreo, se hace muy difícil la vida política”, apuntó Brown.

Este sábado, la gobernadora María Eugenia Vidal habría llegado al distrito de la primera sección electoral sin avisar a la Mesa política local para realizar los tradicionales “timbreos” en Villa Ballester junto al ministro de Desarrollo Social. Para evitar mayores rispideces, al diputado Ivoskus lo “mimaron” con la presencia del Ministro de Infraestructura, Roberto Gigante.

Ivoskus sacó a timbrear a decenas de militantes de Cambiemos, mientras que el relator de boca –que Ivoskus quiere bajo su ala- no timbreó, sino que visitó un festejo del día del niño en Billinghurst. Es que Mollo se ha mostrado muy crítico respecto de los modos de hacer campaña del oficialismo: “Hay que demostrar que es lo que hacemos por San Martin y no solo pisar el distrito para el timbreo”.

En tanto, Ivoskus intenta no polemizar con Vidal, ya que a fin de cuentas –como ocurrió en 2017- será la mesa chica de la Gobernadora la que ordene las candidaturas y habilite o no las PASO. Lo cierto es que el PRO sólo, no aglutina el caudal de votos que mostró Cambiemos en la última elección. Cualquier enfrentamiento podría hacer peligrar la posibilidad de conquistar uno de los municipios de los “sin tierra”.