Con paritarias que quedaron inconclusas en al menos un decena de municipios bonaerenses desde el año pasado, un intendente massista tomó la delantera al conflicto y estableció que los sueldos de municipales se actualizarán por “cláusula gatillo” en enero, de acuerdo a la inflación que arrojó el Indec sobre el 2018. 

En General Alvarado, los empleados municipales recibirán un 27.6% aplicado al sueldo de enero para compensar la pérdida de poder adquisitivo a la que se sometieron en 2018. La decisión fue acordada entre el massista Germán Di Cesare y los gremios municipales, que el año pasado fueron compensados con tan sólo un 20% de aumento, ante una inflación que llegó al 47.6 por ciento.

En otro distrito massista, Villarino, los gremios también reclaman cerrar la paritaria de 2018 en un porcentaje equivalente al de la inflación. Sin embargo, el gobierno de Carlos Bevilacqua no se movió de la oferta de un 5% adicional, para llegar al 43,5%. Es por eso que los municipales decretaron “un paro y movilización el miércoles 30 de este mes, por tiempo indeterminado”.

Esa diferencia de algo más de 4 puntos porcentuales respecto de la inflación -aclaró el gremio en un comunicado- se suma al “incumplimiento del Departamento Ejecutivo de las actas de paritaria firmadas, de entrega de ropa, requisitos de seguridad e higiene para sectores de trabajo” y la demora en “la redacción y firma del convenio colectivo de trabajo”.

En tanto, en Punta Alta (Coronel Rosales) los municipales también están de paro desde el martes y por tiempo indeterminado ya que el Ejecutivo local no los convoca a una reunión paritaria para mejorar la propuesta del intendente oficialista Mariano Uset.

La última propuesta del Ejecutivo fue incrementar el salario en un 42%, más una suma fija no remunerativa de 2 mil pesos para cerrar las paritarias 2018. Además el Municipio ofreció un 5% a partir del mes de marzo, donde parte de ese incremento pasaría a integrar las paritarias 2019 que pretenden cerrar en un 25%, con “posibilidad de revisiones”.