El jefe comunal del partido de Morón, Lucas Ghi, opinó sobre la decisión del algunos intendentes bonaerenses de habilitar actividades sin la autorización de Provincia y rescató la dinámica de coordinación para enfrentar la pandemia. Por otro lado, remarcó que es necesaria una modificación en la coparticipación federal y sostuvo que “la incidencia de la provincia de Buenos Aires, a la hora de la distribución de los recursos federales, debería ser mayor”.

En una conversación exclusiva con Diagonales, el intendente se metió de lleno en el debate nacional y respaldó la decisión del Poder Ejecutivo de traspasar un punto de la coparticipación de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a la Provincia.

Además se refirió a la situación epidemiológica en su distrito, en el Área Metropolitana de Buenos Aires y en la posibilidad de nuevas habilitaciones de actividades a partir del 11 de octubre, de continuar en una “tendencia de desaceleración” de los contagios por coronavirus.  

¿Cómo es la situación sanitaria y epidemiológica actual del distrito?

-Todavía es preocupante la situación porque el nivel de contagio es alto. Aunque si uno lo pone en perspectiva y lo comparamos con la situación de hace 4 o 5 semanas, la situación es un poco menos compleja porque se ha ido desacelerando y eso tiene múltiples consecuencias, obviamente todas favorables. La tasa de duplicación hoy está en 40 días, la supimos tenes en 12 días; la ocupación de las camas críticas  hoy oscila el 63%, estuvo arriba del 70%. Nosotros creamos un sistema de alojamiento en dos hoteles para aquellas personas que debían aislarse para atravesar la convalecencia y no podían hacerlo en su propia casa; de esos dos hoteles, ya uno está completamente vacío. Claramente no tenemos números con los que podamos decir que esto ya pasó y podamos retomar la rutina normalmente, pero en términos comparativos hace 40 días estábamos en un escenario mucho más complejo y muy incierto porque la tendencia era hacia arriba. Ahora estamos en un momento en el que se descomprimió un poco y la tendencia parecería ser de desaceleración. Igual siempre nos tenemos que manejar con mucha prudencia, esto ha demostrado tener patrones muy volátiles. No se puede ser categórico y excluyente, yo te cuento la foto de hoy que puede no ser la misma que el viernes que viene.

"La tasa de duplicación hoy está en 40 días, la supimos tenes en 12 días; la ocupación de las camas críticas  hoy oscila el 63%, estuvo arriba del 70%"

Hace varios días que la Provincia habla de un “amesetamiento” de casos en el AMBA y advirtieron que de seguir así, el 11 de octubre se podrían anunciar más aperturas. ¿Ven con optimismo esa posibilidad?

-Claro que lo vemos con optimismo, venimos trabajando con la Provincia articuladamente. Se hacen reportes diarios y la Provincia a lo que aspira también es a restablecer las condiciones normales de la mayor cantidad de actividades posibles. Obviamente es nuestro espíritu también como Municipio. Nosotros en el diálogo que tenemos con el gobernador , le venimos contando cómo es la evolución distrito por distrito en el caso del Conurbano que en términos generales sigue esta dinámica de desaceleración y sí, somos optimistas y creemos que si llegamos a ese 11 de octubre con esa tendencia, naturalmente  eso daría lugar a poder pensar la posibilidad de recomenzar algunas actividades que aún están restringidas.

"Somos optimistas y creemos que si llegamos a ese 11 de octubre con esa tendencia, daría lugar a poder pensar la posibilidad de recomenzar algunas actividades que aún están restringidas"

¿Qué actividades están analizando reabrir desde el Municipio?

-Seguramente podamos avanzar con aquellas que tienen mucho impacto en la actividad laboral. Ahí tenemos algunos espacios comerciales como pueden ser los gimnasios y controlando el factor de ocupación, es decir la cantidad de gente de acuerdo a los metros cuadrados. Todo lo que tiene que ver con la actividad deportiva en clubes y de algunos deportes colectivos que puedan también ir recuperando cierta normalidad en su dinámica de funcionamiento. La actividad comercial y productiva en general ya está funcionando casi a nivel pleno, nos quedan todavía algunos espacios como los salones de eventos pero en esos casos se deberá analizar más en profundidad porque no todos tienen las mismas características, algunos tienen más espacio libre pero otros no tanto. Pero iremos viendo y se irán aplicando los protocolos correspondientes a cada actividad y conforme a las condiciones edilicias de cada actividad.

Lucas Ghi: “Cuando no hay acuerdo, no dinamitás todo y pateás el tablero"

Al principio del aislamiento, muchos municipios esgrimieron una situación financiera muy delicada, principalmente en los primeros meses. Después de casi 7 meses, ¿cómo es la situación financiera de Morón?

-Obviamente que no es la normal. Todavía los ingresos están sensiblemente por debajo de lo que habíamos calculado a principio de año.  Ahí también la intervención del Presidente y el Gobernador ha sido decisiva para que todos los gobiernos municipales del Conurbano podamos hacer frente a las obligaciones salariales y a un conjunto de gastos que la pandemia nos impuso como imprescindibles. Para nosotros eso no es menor porque, sobre todo durante los primeros meses donde la caída fue vertiginosa, ese compromiso del Presidente y el Gobernador fue clave porque nos permitió estar concentrados plenamente en el trabajo que teníamos que hacer. Ahora de a poquito se va normalizando pero todavía tenemos un 35% de caída en términos comparativos con el proyecto presupuestario que teníamos para este 2020.

"Todavía tenemos un 35% de caída en términos comparativos con el proyecto presupuestario que teníamos para este 2020"

¿Ve con preocupación el hecho de que algunos intendentes, particularmente de la oposición, habiliten actividades sin la autorización de la Provincia?

-Creo que cuanto más podamos sostener la coordinación eso tiene como consecuencia mejores resultados en todo punto de vista, porque es lo que nos permitió avanzar con el fortalecimiento del sistema sanitario, la distribución del equipamiento, de los respiradores, los hospitales modulares. Me parece que no es una buena señal que en momentos donde pareciera que el escenario es un poco menos exigente, desentendemos aquella dinámica que a mí me parecía virtuosa de coordinar las decisiones porque la verdad que todavía tenemos un nivel de circulación del virus que no obliga a ser muy prudentes. Entonces si cuando estábamos mal, apostamos a la coordinación, ahora estamos un poco “menos mal”, para decirlo de algún modo, como consecuencia de esa coordinación. Todavía tenemos un nivel de circulación alto y eso nos exige seguir apostando a la coordinación. Yo creo que ese es el camino, coordinación que, insisto, es con quien pensamos igual o con quienes no pensamos igual. Imaginate si yo no tuviera diálogo con Diego Valenzuela, el intendente de Tres Febrero, con quien comparto una calle. Imaginate si él permite la peluquería y yo justo, del otro lado de la calle, no lo permito. La señal que le damos a la comunidad no es la mejor. Entonces el diálogo, la coordinación, el respeto por los ámbitos de acuerdo, construir compromisos y cuando no hay acuerdos, bueno no dinamitás todo y te vas pateando el tablero, hay que seguir pensando que algún punto de equilibrio se puede encontrar.  

"Cuando no hay acuerdos, bueno no dinamitás todo y te vas pateando el tablero"

¿Cree que existió, o existe, una politización de la pandemia?

-Yo creo que sí. Que se vio sobre todo en los sectores que no tienen responsabilidades de gestión. Me parece que los sectores de la oposición que tienen que ir a un hospital a rendir cuentas, que tienen que cubrir un equipo de terapia porque se enfermó un kinesiólogo y hubo que aislar a 10 personas, aquellos intendentes que pagan sueldos, no pueden decir cualquier cosa. A diferencia sí, de los que no tienen esa responsabilidad y que se colocaron en un lugar de mucha irracionalidad, convocando a marchas en momentos de mucha tensión sanitaria y de mucha circulación del virus. Me parece que ha sido una señal para el conjunto de la sociedad muy desafortunada. Cada uno puede expresarse y reivindicar las ideas que le parezca, pero convocar una movilización en medio de una pandemia me parece que no es el camino. Veo esa diferencia en la oposición, lo que no quiere decir que después a la hora de enfrentar las elecciones esa misma oposición no se congregue en una misma propuesta. Pero sí vi comportamientos distintos, ojalá que prime la postura de diálogo.

Esta semana se conocieron los datos sobre el aumento de la pobreza e indigencia en el país, ¿cuál debe ser el rol del Estado para revertir esa situación?

-Yo creo que el Presidente es consciente de la situación y ha asumido el compromiso de poner la economía al servicio del pueblo y pensar cómo se construyen, desde el Estado, las políticas públicas necesarias para recuperar los trabajos perdidos, restituir la capacidad de consumo que se ha perdido, revitalizar el mercado interno y reactivar los motores de la industria. Nuestro país es básicamente “mercado interno dependiente” y eso implica decisiones estratégicas como las que viene tomando el Presidente. El IFE va en ese dirección, como también el Programa de Asistencia al Trabajo y la Producción, las moratorias anunciadas. Ahora hay que pensar cuáles son las medidas complementarias en este futuro inmediato para poder revertir ese escenario de pobreza, desempleo, marginalidad, que es importante atenderlo desde el Estado con señales claras, políticas a largo plazo y que, insisto, tengan en el mercado interno su horizonte estratégico.

Lucas Ghi: “Cuando no hay acuerdo, no dinamitás todo y pateás el tablero"

En ese sentido, ¿cree que la pandemia profundizó un problema anterior?

 -El programa neoliberal del macrismo destruyó el empleo, Pymes, profundizó el perfil agroexportador de nuestra economía, impactó en el mercado interno, redujo la capacidad de consumo de los sectores populares y grandes mayorías, los números son objetivos. Cuando estábamos empezando a revertir esa situación, azota al mundo una pandemia de dimensiones inusitadas. Descarto que el Presidente, que así como no vaciló un segundo en el momento que tenía que empezar a aplicar la estrategia de contención de la pandemia, tampoco va a dudar en inyectar todos los recursos que hagan falta en el mercado interno para que eso tenga un impacto virtuoso en la dinámica de nuestra economía, y consecuentemente en la reducción de la pobreza y en generar una línea de crecimiento con equidad, que es lo que estamos buscando.

"El programa neoliberal del macrismo redujo la capacidad de consumo de los sectores populares y grandes mayorías"

Hemos escuchado varias veces al gobernador Axel Kicillof hacer mención a la “postergación histórica de la provincia de Buenos Aires”, ¿usted comparte esa lectura?

-Claro, es objetivo. La Provincia perdió puntos de coparticipación en los ‘80 a partir de distintas intervenciones, en los ‘90 con el Fondo del Conurbano, el propio ex presidente Mauricio Macri también buscó generar alguna situación alternativa para la Provincia que después se terminó diluyendo. Pero es cierto que la incidencia de la provincia de Buenos Aires a la hora de la distribución de los recursos federales debería ser mayor. Obviamente eso implica, conforme lo establece la Constitución Nacional, que cualquier modificación se de en el marco de un acuerdo unánime de las 14 jurisdicciones. Bueno eso es lo que no se puede lograr. Lo que ha hecho el Presidente, corrigiendo un decreto de enero de 2016 del entonces presidente Macri, va en esa dirección. Hay un alto nivel de asimetría para con la provincia de Buenos Aires, que ya era muy significativo antes de ese decreto de 2016 con el que le aumentaron en dos puntos porcentuales la coparticipación a la Ciudad. Me parece que la decisión de intentar corregir esa asimetría reorientando un punto hacia la Provincia, va en el camino adecuado para tratar de generar el equilibrio que la Provincia necesita.

 "La incidencia de la provincia de Buenos Aires a la hora de la distribución de los recursos federales debería ser mayor"