Ante la disparada de la inflación, que entre enero y agosto ya acumuló una suba de precios del 24.5%, los intendentes Manuel Passaglia (San Nicolás) y Jorge Ferraresi (Avellaneda) volvieron a negociar con los empleados municipales medidas paliativas para que evitar la pérdida del poder adquisitivo.

En San Nicolás, el jefe comunal de Cambiemos decidió pagar por única vez en el mes de octubre un bono de $10.000. El acuerdo paritario que se había alcanzado en el distrito era de un 21% de aumento para todo el año.

En tanto, en Avellaneda, el peronista Ferraresi acordó con los municipales un aumento del 35 por ciento para todo el año.  Si bien la negociación paritaria en el municipio contenía una cláusula de revisión atada a la inflación, ante la crisis el jefe comunal decidió convocar a la mesa salarial para rever el porcentaje acordado.

El resultado fue el adelanto del último incremento al 1 de septiembre y la incorporación de un 5% en noviembre. Además, las partes se comprometieron a realizar una nueva reunión en diciembre para equiparar el aumento a la marcha de la inflación.