La interna de Cambiemos en Mar del Plata ya lleva varios meses producto del fracaso de la gestión de Carlos Arroyo en una de las ciudades más importantes de la Provincia. Tras varias señales de apoyo de la gobernadora, María Eugenia Vidal, al diputado nacional, Guillermo Montenegro, el jefe comunal empezó a mostrarse más permeable y dijo que "si la gobernadora quiere utilizar dos playas (el próximo verano) le voy a decir que sí".

En la temporada de verano pasada, la gestión de la Provincia instaló balnearios equipados, gratuitos y con precios populares como un modo de acercarse a los turistas y como el mandatario impulsó un proyecto para licitar bajo una nueva modalidad distintas Unidades Turísticas Fiscales (UTF) de la ciudad, incluidas aquellas que fueron usadas por el Ejecutivo bonaerense, comenzaron los rumores.

En ese contexto y con la interna de Cambiemos a flor de piel, Arroyo desterró toda teoría y aclaró que "si la gobernadora o cualquier funcionario del gobierno de la provincia quiere utilizar dos playas les voy a decir que sí".

De esta manera, las playas Constitución y el balneario frente al Museo MAR serán equipadas con unidades de sombra móvil, servicios de lockers, baños y gastronomía a precios populares para que los turistas puedan disfrutar de la playa. Arroyo explicó que le exigirá al Gobierno de Vidal que cumplan con las normativas que delimitan el espacio público que debe haber en cada playa: "voy a exigir que haya arena seca para la gente que no quiere pagar pueda disfrutar de la playa".

Los primeros años de gestión del jefe comunal de "la feliz" no fueron muy buenos. La ciudad se vio envuelta en graves problemas financieros y de gestión, desde despidos e inconvenientes para pagar los sueldos de los estatales, hasta problemas con la recolección de basura y saneamiento. En ese marco, la Gobernadora se vio obligada a remendar los errores de Arroyo con algunas inyecciones de dinero y luego, en 2017 intervino el municipio para garantizar que una de las ciudades más importantes de la Provincia no se volviera un dolor de cabeza en un año de elecciones.

En diciembre, Montenegro desembarcó en la localidad balnearia lo que despertó una fuerte interna de Cambiemos debido a que Arroyo no bajó la cabeza sino que, por el contrario, redobló la apuesta al afirmar que "voy a volver a ser intendente. El único que puede disponer sobre mi destino está muy arriba, no son seres humanos y no están en el gobierno".

Sin dudas el tema de los aportantes truchos hizo empeorar la relación. Luego de que negara haber aportado dinero a la campaña, Vidal envió a Montenegro a los medios para deslegitimarlo y reforzarlo como figura oficial de Cambiemos.

Esta mañana, el diputado de Cambiemos, en sintonía con los dichos de la vicepresidenta Gabriela Michetti, aseguró que lo "desvelan los problemas de los marplatenses" y consideró: "No creo que sea el momento de hablar de candidaturas".

A pocos meses del comienzo de un nuevo año electoral, Arroyo intenta acercarse a Vidal ofreciéndole espacios de su ciudad para aprovechar y hacer campaña durante el verano.