Tras cuatro años de una conflictiva gestión, Carlos Arroyo se retira de la intendencia de Mar del Plata con un nuevo problema a cuestas. El alcalde es blanco ahora de una denuncia penal en su contra, acusado del delito de abuso de autoridad y violación de los deberes de funcionario público.

La presentación judicial fue impulsada por el empresario Sergio Goransky, en su carácter de representante de las firmas Cubro SA y Playas del Sol SA, y apunta a Arroyo para el presunto favorecimiento a la empresa Playa Azul SA, a raíz de un acuerdo en materia de obra pública, que incluiría la habilitación ilegítima de un boliche bailable.

Según informó el diario La Capital, el jefe Comunal habría firmado el 10 de abril un acuerdo con Playa Azul SA, concesionaria de las cocheras de Playa Grande, un acuerdo a través del cual, “a cambio de la realización de una serie de obras, se la autoriza a habilitar un boliche bailable en ese espacio”.

Desde el sector denunciante remarcan que el Intendente no contaría con los documentos de los organismos de contralor municipales que lo avalen. “Ni los secretarios de la comuna ni la presidencia del Emtur podrían dar curso a la contratación arbitraria e ilegítima de las obras que refiere el acta acuerdo sin incumplir las normas expresas que en tal sentido impiden a los funcionarios sortear las vías legales y reglamentarias para la contratación pública dad obras de este tipo”, manifestaron en la presentación.

“Es propio desconfiar sobre cuáles son las intenciones del señor intendente para exponerse en semejante forma en protección de Playa Azul SA, en virtud de no poder encontrarse beneficios concretos para el municipio –sino todo lo contrario- y de adquirir la firma evidentes y jugosas ganancias con su obrar”, agregaron.