Alejandro Apo conoció el periodismo deportivo en su infancia de la mano de su padre, Alfredo, un profesional muy reconocido en el medio. Y el barrio lo acercó aún más al fútbol, disciplina que practicó en la delantera y que en el transcurso de su carrera ingresó cada vez más a sus profundidades a través de la literatura.  Fontanarrosa, Soriano, Sacheri en la cabeza de un listado largo de autores, son retomados en sus relatos por micrófono.

Este año cumplirá cuarenta y cinco años de trayectoria, habiendo pasado por ciclos históricos como comentarista de fútbol en radios como Continental y Mitre. Su voz inconfundible trascendió el éter y llegó todavía a un público mayor con su espectáculo “Y el fútbol contó un cuento”. En el comienzo de este 2019, Alejandro Apo en un instante del mediodía en Avenida Corrientes, charló con Diagonales de sus cosas, de la vida.

Pregunta obligada para este momento. ¿Cómo iniciaste el año? ¿Cómo estás?

-Arranqué muy bien. Estoy muy contento del 2019 porque el 2018 para la mayor parte de los argentinos fue un año muy cruel, muy difícil, muy complicado, con un gobierno insensible; fue muy duro. Un año que nos puso en lugares muy difíciles de soportar, sobre todo para las personas que tienen menos recursos, los más atacados; y la clase media. Es un año que nos gustaría olvidar pronto. Y el 2019 tiene en su interna una elección que puede cambiar el rumbo que todos queremos.

"Estoy muy contento del 2019 porque el 2018 para la mayor parte de los argentinos fue un año muy cruel".

El fútbol fue noticia en 2018…

-Lo de la selección en el mundial con la eliminatoria incluida fue muy pobre. Un River brillante que ganó la copa Libertadores frente a un Boca que ganó dos campeonatos seguidos y que solo por la exigencia del gana-pierde que sufrimos en Argentina, generó que si no ganaba la copa se tenía que ir el técnico, un disparate, pero es donde estamos parados. La selección ahora con un nuevo entrenador que es hijo de los resultados que tenga, si pierde dos o tres partidos de la copa América lo echarán y buscaremos otro. Acá hay que trabajar en un proyecto como se hacía con Menotti, con Bilardo, con Passarella.

¿Qué pasó con la selección nacional?

-Sabía que la selección no iba a tener respuesta futbolística porque había hecho una eliminatoria horrible; había una sensación de que la selección no tenía una respuesta para superar la eliminatoria, llegó al último partido -en 17 totales- con 15 goles. Hablábamos de los mejores jugadores del mundo, sacando a Messi… Pero 15 goles en 17 partidos en una eliminatoria donde perdes con Paraguay de local, con Ecuador de local… No debió ir al mundial el equipo argentino, la verdad que no lo mereció. Tuvo la suerte de encontrar un Ecuador eliminado y suplente y terminó metiéndose con ese muy buen partido de Messi, que por otro lado empezó perdiendo. Una desgracia, la verdad.

Y el River-Boca cerró el año en las tapas de los diarios

-En toda la desorganización no se pudo organizar un River-Boca. Me gusta mucho la pregunta que hace Riquelme: dónde, cuándo y cómo se va a jugar el próximo River-Boca…

“…Entonces me acuerdo que empezamos con la cosa de las cábalas personales. Porque me acuerdo que estábamos en el boliche de Pedro y veníamos hablando de eso, y veníamos y veníamos. Entonces por ejemplo resolvimos que a Buenos Aires íbamos a ir en el auto del Dani, porque era el auto con el que habíamos ido una vez a La Plata, en un partido contra Estudiantes y que habíamos ganado dos a cero. Yo iba a llevar por supuesto el gorrito, que venía llevando a la cancha todos los últimos partidos, y no me había fallado nunca el gorrito ese. A ese lo iba a llevar. Era un gorrito milagroso. El Cuqui iba a ir con el reloj cambiado de lugar, o sea en la muñeca derecha, no en la izquierda, porque en un partido contra no sé quien, se lo había cambiado en el medio tiempo, porque íbamos perdiendo, y con eso empatamos…” Fragmento de 19 de diciembre de 1971, Roberto Fontanarrosa, 1982.

Tu espectáculo es Y el fútbol contó un cuento ¿Cuáles son los principales relatos de nuestro fútbol?

-El cuento de Fontanarrosa -19 de diciembre del 71-, la historia del viejo Casale describe como lo que es Fontanarrosa, un maestro, la locura-pasión por el fútbol. Más La Observación de los pájaros, los más grandes cuentos de Soriano como Gallardo Pérez referí y El penal más largo del mundo, Mempo Giardinelli con El hincha, Dolina con sus historias Apuntes del fútbol en Flores y Eduardo Sacheri que se incorpora con esos cuentos deliciosos de Esperándolo a Tito, De Chilena.

"Soy un futbolero de base, los sonidos de mi infancia son transmisiones de fútbol. Imaginarme mi vida sin fútbol es imposible".

¿Se puede imaginar un argentino sin fútbol?

-Para mí es muy difícil, soy un fútbolero de base, los sonidos de la mi infancia son transmisiones de fútbol, mi papá fue un célebre periodista y los periodistas de la época venían a casa; en casa se respiraba periodismo deportivo, de fútbol sobre todo. Imaginarme mi vida sin el fútbol es imposible.

Hoy se habla mucho de la mujer y su lugar; la mujer está sumando voces ¿En el ámbito del fútbol dónde entra la mujer o la femeneidad?

-Cada vez se logran más lugares y el fútbol femenino empieza a tener una repercusión verdaderamente muy grande y es un fútbol que se empieza a mirar con respeto y con placer; para los fútboleros la incorporación de la mujer pasa a ser una noticia muy buena, completa el panorama de nuestra pasión por el fútbol. En el periodismo deportivo hay cada vez más magnificas profesionales, he compartido con varias de ellas.

"La incorporación de la mujer pasa a ser una noticia muy buena, completa el panorama de nuestra pasión por el fútbol". 

Fontanarrosa decía que El mundo ha vivido equivocado ¿Cuáles han sido las equivocaciones de los argentinos o de ciertos argentinos para haber llegado a este momento?

-Está buena la reflexión para cambiar este rumbo que nos ha dado solamente tristezas. Hay un cuento muy bello de Bradbury que dice que las personas que viajan a buscar nuevos horizontes llegan a un país que está afectado por una epidemia de tristeza… Y este es un país aquejado por una tristeza… Las fiestas han tenido esa expresión triste porque hay mucha gente en dificultades. 

"Hay una proyección en donde uno lo único que piensa es en la unión de las fuerzas políticas para poder sacar con los votos a estas personas que están gobernando Argentina". 

A mí me gusta cuando los funcionarios dicen: “ya sabemos que hay gente que la pasa mal”, pero… ¿Y? Porque ese decir es nominal nada más, yo también puedo decir que hay gente que la pasa mal. Pero hace mucho que la está pasando mal; no hay una respuesta, un alivio para la gente. Y hay una proyección en donde uno lo único que piensa es en la unión de las fuerzas políticas para poder sacar con los votos a estas personas que están gobernando Argentina.

¿A la provincia de Buenos Aires cómo la ves?

-Se decía que iba a resolver los temas de violencia, pero la verdad que todos los días nos encontramos con casos de violencia y de situaciones complicadas, la verdad que no sé cómo evaluarlo…

"Las fiestas han tenido esa expresión triste porque hay mucha gente en dificultades". 

Describís lugares en tus relatos ¿Cuál es el tuyo?

-Mi lugar es Buenos Aires, yo soy re contra porteño, disfruto mis amistades, recuerdo mis clubes de la infancia como Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires, mantengo esas amistades en el tiempo con cenas y almuerzos permanentes.