No brilló, pero lo importante siempre es comenzar un torneo largo con una victoria. La Selección Argentina se impuso 1 a 0 frente a Ecuador en La Bombonera en la primera fecha de las Eliminatorias Sudamericana de cara al Mundial de Qatar 2022.

Lionel Scaloni, con sus nombres en ofensiva: Lionel Messi, Lautaro Martínez y Lucas Ocampo; y un mediocampo de buen pie compuesto por Leandro Paredes, Rodrigo De Paul y Marcos Acuña, era el candidato en la previa para ser el protagonista del juego.

En el comienzo, lo logró. Tal es así que a los 12 minutos, tras una gran presión de Martínez, que recuperó en la mitad de la cancha, le entregó la pelota al capitán argentino,  este asistió a Ocampo, que buscó el mano a mano, una clave de sus juego y terminó siendo derribado en el área por Pervis Estupiñán. Penal dudoso cobrado por Roberto Tobar y que el astro argentino, más allá de la volada de Alexander Domínguez a su palo izquierdo, lo cambió por gol.

Después de esa acción, con el marcador a favor, Argentina quedó desdibujada en el cancha. Pagó caro la falta de entrenamientos y Ecuador, con su juego mezquino característico de su entrenador Gustavo Alfaro, se comenzó acomodar en la cancha. Sobre el final del primer tiempo, la visita, generó peligro en el arco defendido por Franco Armani.

En el complemento, la historia fue igual. Con un factor distinto, que el selectivo nacional no tenía el control de la pelota. Arrancó bien, presionando, pero sin profundidad, una falta durante los 90 minutos. Además, ingreso de Eduardo Salvio (reemplazó a Marcos Acuña que se retiró lesionado) y Lucas Alario, no cambiaron la ecuación.  

Argentina regaló el segundo tiempo, solo tuvo una jugada clara en los pies de Ocampos -tapó bien Domínguez- y un remate de larga distancia de De Paul, se afianzó a la ventaja y defendió el resultado, ante un rival que nunca logró inquietar la defensa Albiceleste que tuvo un partido aceptable de los centrales: Lucas Martínez Quarta y Nicolás Otamendi.

Tres puntos claves, pero con mucho temas para mejorar. Primero, lo principal: el juego. Segundo, encontrar más a Lionel Messi, el distinto, que no recibió, jamás, limpia la pelota y cuando lo hizo, no encontró un socio. Tercero y por último, no dejar que el rival controle los hilos del partido. Hoy no sufrió, por la característica del rival, pero ante otro equipo, lo puede pagar caro.

Victoria, para un equipo renovado. Triunfo que dará confianza, pero no hay tiempo para perder. Scaloni y compañía deben trabajar mucho en estos días, cambiar el chip rápido y comenzar a pensar en el juego del martes, ante Bolivia, en La Paz.